El “Resistiré” de las gallinas

    18 nov 2025 / 08:26 H.
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    Cinco años han pasado desde que Pedro Sánchez decidiera encerrarnos en casa por una dichosa pandemia, por ese covid-19 que dejó en España mas de 120.000 muertos y millones de contagios. Era la primera vez en la historia que nos confinaban, que un virus paralizaba un país entero y qué raro era el día que las cifras de fallecidos no superaban las mil personas. Se fabricó una vacuna en tiempo récord y los españoles fuimos pasando en cola por centros de salud y naves adaptadas para inmunizarnos. A día de hoy, la covid-19 no ha desaparecido y la vacuna se ha convertido en rutina dentro del sistema de salud. Ahora, como similitud animal, les ha tocado a las gallinas ser las protagonistas de un encierro. La gripe aviar ha dado lugar a que el 5% de ellas sean sacrificadas, es decir, casi tres millones de gallinas muertas, y lo que es peor, el resto de estas aves de corral han sido confinadas sin que puedan permanecer al aire libre por el riesgo a que otras aves las contagien. Como consecuencia, la especulación y la subida del precio de los huevos y de la carne de pollo se ha elevado en un 35% más por el estrés gallináceo al estar claustrofóbicas y por esa disminución poblacional de la que hablaba. Esto ayuda al incremento del 3,1% del IPC es ligeramente superior a la subida salarial prevista para 2026. Otro engaño más de un Gobierno que nos da dos y se lleva tres sin que se les caiga la cara de vergüenza. Mascarillas para gallinas aun no se han inventado, pero demos tiempo a Koldo y Ángel Víctor Torres para hacer negocio. Si los humanos pudimos aguantar en casa sin salir ni trabajar. Si fuimos capaces de superar una pandemia mortal escuchando al Duo Dinámico desde las ventanas... No sería mala idea ponerles música a las gallinas y que puedan “resistir” un confinamiento un tanto peculiar. Mejor tomarlo con humor, porque no se si podrán aplaudir a las 8 de la tarde.

    RAFAEL ORDÓÑEZ MARTÍNEZ

    El despertar de la sonrisa

    Como cada día al despertarse, Sergio saltó de la cama al frío suelo de su dormitorio. Miró por la ventana. “¡Otro nuevo día gris y con lluvia!”, dijo para sus adentros con pesar. Aun así, sentía que cada día era un pequeño aprendizaje. Al instante, una sonrisa iluminó su rostro. El joven Sergio tenía 15 años recién cumplidos y en su interior anidaba la certeza de que aquél, iba a ser uno de los días más importantes de su vida....

    Se vistió rápidamente y bajó las escaleras de dos en dos. Al llegar al comedor, encontró a su madre, quien le esperaba con el desayuno listo. Mientras Sergio desayunaba, su madre le recordó que ese día era especial y le entregó un pequeño paquete envuelto en un brillante papel azul. Sergio lo abrió con entusiasmo y descubrió que era un reloj de pulsera, un regalo que había deseado desde hacía mucho tiempo. Con una gran sonrisa, se lo puso en la muñeca y se dispuso a comenzar su día especial con su nuevo regalo. Todo aprendizaje empieza con una sonrisa. Es ahí, cuando uno decide mirar distinto.

    ANA CACHINERO

    Cartas de los Lectores