El Duo Dinámico, ese trozito de nuestro corazón

    29 ago 2025 / 09:03 H.
    Ver comentarios

    Nos ha dejado un gran personaje. Un gran músico y compositor. Una persona que a pesar de su desaparición seguirá entre nosotros. Manuel de la Calva una de las dos almas del Dúo Dinámico. No fue sólo un solista y compositor, fue algo más. Se convirtió junto con su otra alma, en el asesor y porta voz de “nuestros sentimientos”. Se transformó junto a su compañero, Ramón Arcusa, en un símbolo de referencia. Sus canciones han pasado a formar parte de la Historia de la música de este país. Han pasado a pertenecernos un poco a todos. Sus compases musicales, sus canciones no solo han servido para disfrutar de ellas bailando o simplemente escuchándolas han sido testigo de besos, abrazos de ese amor de juventud y de madurez. Se han convertido en el símbolo de parejas y matrimonios que al escuchar esas canciones del Duo Dinámico el alma se le alegra. Las canciones han pasado a formar parte importante de muchas de las biografías de las gentes que han sido seducidas por el buen oficio que el Duo Dinámico llevaba a la práctica.

    Quién no ha escuchado canciones como: “Esos ojitos negros”. “Perdóname”. “Amor de verano” y la muy cantada durante la pandemia, “resistiré”. Su música, sus canciones son patrimonio de nuestro país. Los más jóvenes, conocen el trabajo que realizaron. Siguen disfrutando, como sus padres y sus abuelos, de esas bellas melodías que el Duo Dinámico interpretaban. Demuestran su admiración a través del conocer de memoria la letra de sus canciones. El Duo Dinámico fue una pareja que traspasó el túnel del tiempo, aunque no cabe duda que lo seguirán haciendo porque hay trabajos y personajes que no desaparecen nunca. Hasta hace muy poco tiempo continuaban dando conciertos por la geografía de España. Allí donde acudían el lleno estaba asegurado. Era como apostar al número ganador. Sus actuaciones nunca defraudaban. Sus intervenciones, sobre el escenario, se convertían en un auténtico espectáculo. Los asistentes se fundían con Manolo y Ramón alrededor de los compases de sus melódicas músicas y cautivadoras y desenfadadas letras. Descanse en paz Manuel de la Calva. Donde haya una nota musical sabremos que tú, Manuel, te encontrarás cerca.

    FERNANDO CUESTA GARRIDO

    Las calles de mi ciudad

    Una frase: “¡Bienvenidos, amigos! Me alegra mucho teneros aquí. Hoy vamos a recorrer juntos las calles de mi ciudad, un lugar vibrante, lleno de vida, de contrastes y de sorpresas. Preparad vuestras cámaras... porque hay mucho que descubrir.

    Empezamos nuestro recorrido en el corazón de la ciudad. A ambos lados, podéis ver esos edificios altos y modernos que destacan por su arquitectura futurista, con líneas elegantes y fachadas de cristal que reflejan la luz del sol. Pero fijaos bien... entre tanta modernidad, también asoman algunos edificios históricos que guardan la esencia de nuestra cultura. A medida que caminamos, notaréis el bullicio de la gente. Muchos van con prisa, como en cualquier gran ciudad, pero si os fijáis, siempre encontraréis sonrisas amables y miradas curiosas. Las aceras están salpicadas de cafeterías acogedoras, ideales para hacer una pausa, tomar un buen café y ver
    la vida pasar. Aquí, a nuestra derecha, tenemos una de las plazas más queridas. ¿Veis esos árboles? Dan sombra en los días calurosos y crean un ambiente perfecto para relajarse. Los bancos siempre están ocupados por vecinos leyendo, charlando o simplemente descansando mientras los niños juegan en los columpios y corretean felices. Seguimos por la avenida principal, donde abundan las tiendas y boutiques. Aquí podéis encontrar desde las últimas tendencias de moda hasta artesanía local, perfecta para llevaros un recuerdo especial. Mirad esos escaparates: siempre están decorados con mucho gusto, llenos de luces y colores que invitan a entrar.

    Por supuesto, la ciudad no duerme cuando cae el sol. Al anochecer, las calles se transforman. Las luces de neón y los carteles luminosos crean un ambiente mágico. Los bares, terrazas y restaurantes abren sus puertas, ofreciendo desde tapas tradicionales hasta platos internacionales. Y si afináis el oído... sí, eso es música. No es raro encontrar músicos callejeros o incluso alguna pequeña fiesta improvisada. Por último, no os preocupéis por moveros por la ciudad. El transporte público es cómodo y eficiente. Hay autobuses, taxis y metro, con paradas bien señalizadas. Y si en algún momento os perdéis, no dudéis en preguntar. Aquí la gente es amable y siempre dispuesta a echar una mano. Así que, amigos... ¡disfrutad de cada rincón! Las calles de mi ciudad no solo se recorren: se viven.

    ANA CACHINERO / Jaén

    Ética y estética

    Sólo tres letras diferencian ambas palabras. Lo estético es aquello que gusta cuando lo percibimos, lo relacionamos con la belleza. Si hablamos de ética es el conjunto de normas morales que rigen la vida de la persona. Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que la moda actual carece de ambos conceptos. ¿Dónde está la belleza en los shorts que llevan las jóvenes hoy en día? Apenas un palmo de tela que bien seguro no pueden ponérselo si no es con un calzador, y que además apenas cubren la ropa interior, cosa que denota poca moralidad. Y como un rebaño todas a seguir la moda! Todo ello es un síntoma de nuestra sociedad decadente.

    LOURDES CAMPS CARMONA

    Experimentados

    En nuestra sociedad se utilizan de manera directa y con mucha frecuencia términos como anciano, viejo o longevo para referirse a las personas mayores. Sin embargo, hay un rasgo común que los define mejor que cualquier adjetivo que se les pueda atribuir: la experiencia. Las modas cambian, la tecnología avanza y la política se transforma —para bien o para mal—, pero las etapas de la vida humana son las mismas para todos. Lo que permanece constante son las reacciones, emociones y aprendizajes que se acumulan con el paso de los años. Eso no se estudia en ningún manual ni se refleja en un currículum: se adquiere viviendo. Mantener una amistad, cuidar un vínculo sentimental o sostener la estabilidad emocional son habilidades que solo el tiempo otorga. Por eso, tal vez a quienes han recorrido gran parte de esta carrera de la vida deberíamos llamarles “experimentados”. Su voz, muchas veces ignorada, podría evitar a dirigentes y políticos repetir errores del pasado. La experiencia no es teoría: es la ciencia de la vida. Y, curiosamente, en los equipos de asesores de las instituciones, rara vez encontramos a un verdadero experimentado. ¿Por qué será?

    PEDRO CHICA CAZALILLA / Jaén

    Cartas de los Lectores