El desorden mundial

    09 may 2025 / 08:55 H.
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    El desorden mundial

    El choque con China es parte central del desorden mundial del capitalismo imperialista. Trump tiene una profunda contradicción en su “guerra arancelaria”. Un alto porcentaje de los productos que se exportan desde China a los EE UU son de multinacionales yanquis. El 56% del calzado, por ejemplo, que se vende en EE UU viene de China, de marcas como Nike que tiene 195 fábricas instaladas allí. Está desde 1981. Apple produce la mayoría de sus iPhone en China y produce poco en EE UU. ¿Trump le va a imponer a los productos de Nike o Apple el 145% de arancel? ¿Hasta dónde va a llegar Trump? Según Trump, esta “guerra arancelaria” haría que los EE UU pase a tener “una era de oro” y que “salga de su declive”. Anunciando entusiastamente que ya “llegan las inversiones” y que se “abrirían nuevas fuentes de trabajo”. El “sueño americano” estaría otra vez a la vuelta de la esquina. Pero todo indica que puede ocurrir lo contrario, en EE UU y el mundo. El terremoto económico en curso puede derivar, según los propios analistas imperialistas, en una recesión en EE UU y mundial. Lo que llevaría a un mayor estancamiento de la economía capitalista con caída del empleo y de los salarios.

    RICARDO ESTEPA / Madrid

    Sin vasos ni pantallas; no hace falta nada más

    Primero, aclarar que sería para mí un desacierto no comenzar esta columna con una felicitación en honor a las fiestas patronales en las que se ha hallado sumergido mi pueblo, Huelma, estos días, representando a nuestra Virgen de la Fuensanta.

    Con motivo de esta celebración, y tras el pasado apagón, que fue responsable de que dudáramos de nuestra capacidad de supervivencia sin la red eléctrica y nos halláramos en incertidumbre (más por el hecho de no poder usar medios de difusión que por el de la lenta descongelación de los alimentos de la nevera para muchos) desearía hacer alusión a lo bonito y gratificante que es para mí ver a gente pasarlo bien y disfrutar en compañía de sus avenidos de una forma verdadera, con una alegría notablemente genuina. Que no haga falta nada más. Cada vez reparo más en cómo un enchufe nos da la “vida” y cómo un móvil es el centro de mesa. Cada vez son más jóvenes y a edades más tempranas los que defienden a capa y espada la necesidad de hacer uso de esos bártulos llamados “vapeadores”, o que ensalzan su ser público con unos aires de grandeza derivados del probar alcohol.

    ¿Una carcajada pura? Una carcajada es la terapia más sanadora: embriaga sin resaca y alegra sin enredar la lengua ni nublar la razón. No soy nutricionista y tampoco educadora; mas es mi deber expresar mi opinión en estas fechas tan señaladas para animarlos a salir para vivir, reír, gozar... ser feliz; pero con una condición; ¡que no hayan condiciones para pasarlo bien! ¡Sean felices!

    EVA VICO MARÍN

    Falsos pacifistas

    Hay izquierdistas que se quejan, no siempre sin razón, de infiltraciones de policías en sus movimientos. Sin embargo, ellos mismos aún se manifiestan con lemas simplistas, como “Los gastos militares para derechos sociales”. Si esta exageración —pues todos los países deben y tienen gastos militares— eran antes algo comprensible aquí, hoy que ya hay guerras que amenazan extenderse, el desarmarnos sólo estaríamos invitando mucho a que nos invadieran como presa más fácil. Lemas como éste revelan, pues, un ciego fanatismo o/y la presión de agentes infiltrados de países imperialistas que se disfrazan de izquierdistas.

    ALFONSO PRADA CANO / Madrid

    Cómo defender a los pensionistas

    Soy pensionista y contribuido desde hace décadas, por escrito y en manifestaciones, a las reivindicaciones de Coespe. Pero hoy veo que su “Comisión de Comunicación”, por desconocimiento o infiltración de países imperialistas —que se cuelan en todas partes— se hace cómplice de quienes amenazan acabar no sólo con las pensiones, sino con la misma vida de los pensionistas, al oponerse a mejorar nuestra defensa, a la que dedicamos menos que ninguno de los 31 países aliados contra invasores tan reales y violentos como Putin o tan enemistados ya de nosotros como Trump. Por supuesto que hay que luchar aún más en estas circunstancias contra la corrupción en la industria de armamento, pero debemos —con la urgencia a la que nos obligan los hechos— atender más a esa nuestra tan vital necesidad.

    MARTÍN SAGRERA / Madrid

    Hay que levantar la solidaridad internacional

    Trump y la extrema derecha mundial se alinean tras el sionismo. Cayeron las caretas, el imperialismo muestra su verdadero rostro sin complejos, el del apoyo a la limpieza étnica, al genocidio. La complicidad del resto de imperialismos europeos es la impunidad de Netanyahu. Por ello la solidaridad con la resistencia palestina es la causa de todos los pueblos del mundo.

    Hay que levantar la solidaridad internacional. Hay exigir la ruptura inmediata de relaciones con Israel y el inmediato embargo de armas, impidiendo el tránsito de buques que alimentan el genocidio.

    Hace 6 meses de la dana. Después de masivas manifestaciones exigiendo la dimisión de Mazón, el sindicalismo alternativo (CGT, intersindical, CNT i COS) ha convocado huelga general para el 29 de mayo. El Gobierno de Mazón es directamente responsable del desastre que provocó la muerte de más de 230 personas. Una política criminal de los sucesivos gobiernos del PP, que tampoco el PSOE revirtió, consistente en una mezcla de especulación inmobiliaria sin límites en terrenos inundables, con negacionismo climático y recorte de servicios públicos. El Gobierno central ha priorizado gestionar el desgaste que supone para el PP que enfrentar seriamente a Mazón. Ni siquiera ha presentado una moción de censura ni llamado a la huelga, lo mismo que CC OO y UGT. Todos con la huelga general en el País Valencià. ¡Mazón dimisión!

    Sin la cobertura de las direcciones de CC OO y UGT el frágil gobierno Sánchez-Díaz no podría seguir aplicando sus planes al servicio de la patronal. El gobierno se subordina a los dictados del gran capital: mientras menguan salarios y pensiones, aumenta la pobreza, aumenta la precariedad o la brecha de género, la banca y las grandes empresas obtienen beneficios récord. La reciente firma de CC OO y UGT de las medidas sobre jubilación en el Pacto de Toledo, no sólo han recortado las prestaciones de pensiones, sino prolongado la edad de jubilación y aumentado la privatización.

    ANDREU PAGÈS

    Cartas de los Lectores