Días de fiesta, pero sin olvidar a los vecinos

    14 jul 2025 / 09:08 H.
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    Con la llegada del verano, cada rincón de la provincia se transforma. Las calles se llenan de vida, las noches se alargan y las fiestas populares florecen en cada barrio. Es un momento del año esperado por muchos, sobre todo después de varios meses protagonizados por la rutina. Sin embargo, no todo es celebración. Mientras unos disfrutan en la calle, para otros vecinos, el entusiasmo del calor y la música a veces se convierte en descontrol. Hay reuniones que se extienden hasta el amanecer, dejando calles sucias, ruido insoportable y, en ocasiones, actos de vandalismo. No se trata de estar en contra de la alegría de los vecinos, al contrario: Es necesario que haya espacios de encuentro. Pero también es necesario recordar que la libertad de uno termina donde empieza la del otro. Celebremos, sí, pero con respeto. Cuidemos los espacios públicos de nuestra provincia, bajemos el volumen de la música a una hora prudente y pensemos en aquellas personas que trabajan temprano, en los niños que duermen y en los adultos mayores que también necesitan descansar.

    ESTEFANÍA ROSALES

    Cartas de los Lectores