Ay, que me pican
Un hombre cojo andaba con dificultad, apoyado en dos muletas, por uno de esos caminos que llevaban a cualquier parte. Hacía un sol radiante, los pajarillos trinaban alegres en el cielo y los campos brillaban en todo su esplendor. Al pasar por un puente colgante, vio un avispero en forma de plato que colgaba, como una hiedra, de uno de los bordes al inicio de la pasarela.
—¡Lo que me faltaba! Un nido de avispas. ¿Y ahora cómo cruzo este puente? Ah, ya sé...
Fabián, que así se llamaba, se acercó sigiloso y, apoyando una muleta en los tablones, levantó la otra para lanzarla al vacío.
Pero las astutas avispas percibieron el peligro y salieron del plato en bandada.
—¡Ay! ¡Ay! ¡Que me pican! ¡Fuera! —gritaba Fabián mientras avanzaba raudo hacia el otro extremo para tratar de esconderse.
ANA CACHINERO / JAÉN
El periódico del Valle de Lecrín y Vitalian Fortunio
El periódico el Valle de Lecrín se fundó en 1912 y en 2012 tuvo su centenario. En el año 1994 pasó a ser gestionado por Vitaliano Fortunio, periodista de origen italiano, quien nos cuenta: “Yo nací en Calabria que es una región al sur de Italia. Calabria constituye la punta de la península italiana y sus valles y montañas se parecen mucho a este nuestro querido Valle, donde también el mar está cerca. El clima, y el carácter afable y alegre de sus gentes es también muy parecido, por ello quedé yo prendado de esta tierra”.
El periódico ha pasado por varias etapas como se atestigua en su hemeroteca, fundado por Ponce de León, personaje que vivió en una época muy controvertida, por lo que fue alabado por algunos, y no tanto por otros. El periódico que fundó Ponce de León era de ideología católica conservadora, fue llevado personalmente por él, e impregnado de un fuerte sostén ideológico. Aunque se fundó en 1912, cuando más fuerza tuvo fue durante la Dictadura de Primo de Rivera. Luego en la democracia resurgió en 1980. Bien, la presente carta es por la despedida y cierre de dicho periódico ante la jubilación de Vitaliano, un giróvago del mundo, y que ahora ha vuelto a sus 90 años a la regio Calabria italiana. Felicitar a Vitaliano por su constancia y buen tino en llevar a cabo el timón de dicho periódico, que hoy ya desde el mes de julio quedó huérfano y sin posibilidad real de sustitución. También felicito a todos los colaboradores que tantos años han hecho posible de forma altruista la publicación de dicho periódico, sostenido con un poco de publicidad. Desde aquí mi llamada de atención a los municipios de la comarca Valle de Lecrín y a sus alcaldes y alcaldesas, y a su Mancomunidad para que colaboren en la promoción de la cultura y no se pierda el tan afamado periódico. Los pueblos sin cultura también pierden su identidad, y este periódico era un punto aglutinador de dicha cultura. El valle de Lecrín es y ha sido un vocero de noticias y culturas, que nos ha dado cada mes las noticias de la comarca y también opiniones y reflexiones ricas y diversas en estos tiempos de un mundo en constante cambio. Le decimos desde aquí a Vitaliano, para los amigos Tony, y a todos los colaboradores, un hasta siempre, que no es un hasta luego, con la esperanza de su renacer y vuelta a su publicación. Para quienes quieran rememorarlo, nos queda su hemeroteca en el https://elvalledelecrin.com/ y también el enlace a https://www.adurcal.com.
EDUARDO M. ORTEGA MARTÍN
Celebramos cifras, perdemos firmas
Según datos oficiales y estimaciones recientes, en 2025 España cuenta con unas 3.340.000 empresas activas, todavía por debajo de las 3.404.000 que existían en 2020. Cinco años después, seguimos con una pérdida neta de alrededor de 64.000 empresas. Esta caída no es un simple ajuste estadístico: refleja una fragilidad estructural de nuestro tejido productivo, con consecuencias directas sobre el empleo, la innovación y la competitividad. Mientras los grandes indicadores macroeconómicos ofrecen señales de recuperación, la realidad empresarial muestra que la economía cotidiana —la que sostienen autónomos, pymes y emprendedores— continúa sufriendo. Se habla mucho del paro, de la inflación o de la inmigración. Pero ¿quién habla del descenso en el número de empresas? Sin ellas, no hay empleo, ni vivienda, ni crecimiento, ni demografía, ni futuro. Si informamos con detalle del desempleo cada mes, ¿por qué no hacerlo también sobre el número de empresas activas? Conocer la salud de nuestro tejido empresarial es esencial para entender la economía real y orientar mejor las políticas públicas.
PEDRO MARÍN USÓN
Una oposición autodescalificadora
Un año más y en nuestra fiesta nacional, una chusma de opositores —“de la abundancia del corazón habla la boca”— lanzó groseros insultos contra nuestro presidente, apoyados por el silencio cómplice de algunos políticos de la oposición, que así muestran que merecen seguir siéndolo. Yo no voté a Pedro Sánchez, pero rechazo que se me pueda confundir con quienes admiten métodos cuyo calibre y repetición revela también su ineficacia.
ALFONSO PRADA CANO