Tu era actual
Tú que me lees tienes hoy mucha más capacidad que una empresa con cientos de empleados de la generación de tus padres. Hay tres factores que lo hacen posible: el conocimiento que te aporta internet, la visibilidad que te ofrecen las redes sociales y la capacidad que te da la IA para crear en minutos lo que harían antes grupos de expertos en meses. Poseer un poder tan descomunal, un acceso casi ilimitado al conocimiento y a la acción, hace que no puedas poner excusas para la inacción. El verdadero obstáculo para no hacer grandes cosas, para transformarnos y transformar nuestro entorno, para sistematizar y materializar las ideas que bullen en nuestra mente ya no es un factor externo, sino la ausencia de voluntad, una batalla contra nuestra propia inercia. Vivimos un momento histórico, tenemos una responsabilidad ética y existencial ineludible, no nos quedemos en la mediocridad. Convéncete, propóntelo, y empieza tu nuevo proyecto para mejorar esta sociedad. Y guarda un recorte de esta columna para, cuando te decaiga el ánimo, volver a leerla, pensar en quienes te precedieron y en quienes te sucederán, y recordar, como decía Zig Ziglar, que “no tienes que ser grande para empezar, pero tienes que empezar para ser grande”.