Todo en un mismo lote

Para aquellos que ya con edad temprana conocimos y comprábamos en las tiendas de barrio donde podías adquirir productos alimenticios, artículos de limpieza, libretas, lápices y hasta botones de distintos tamaños e hilos de todos los colores, nos resulta un poco doloroso y triste ver cómo no solo han desaparecido esas tiendecitas tan cercanas a sus vecinos, también han bajado para siempre sus persianas comercios tan emblemáticos como “Furnieles” “Cubero”, “El pósito” y otros tantos más que abrieron sus puertas en la segunda mitad del siglo pasado. Recuerdo que cuando en la calle San Clemente” abrieron “Simago”, que fue el primer gran supermercado de Jaén, a los pocos meses fueron cerrando los comercios situados en las calles de los alrededores de la Catedral. Luego llegaron los “grandes superficies” para cerrar los “super” y acabar definitivamente con el comercio local y la Plaza de Abastos. Es así como funciona el progreso, el capitalismo y la vida misma, el pez grande siempre se come al chico. Desde que desapareció el trueque y se inventó el dinero, venderlo todo en un mismo lote es el negocio más rentable de esta sociedad, sino que se lo pregunten a “Amazón” y a sus afines.