Sin mascarilla

    03 jul 2023 / 09:18 H.
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    Los responsables de Sanidad del Gobierno central y las autonomías acordaron que, en breve, dejen de usarse las mascarillas en centros de salud, farmacias y hospitales. No quiere esto decir que el covid haya rendido la plaza y se haya entregado: en el último año más de 30.000 ciudadanos perdieron su vida y a fin de mayo de este año sigue el goteo a razón de 400 decesos por mes. Pero si algo tenemos los humanos es una voluntariosa capacidad para olvidar el pasado reciente si ha supuesto dolor. Agarrarse a la vida forma parte de un mecanismo de defensa que nos inocula la decisión de olvidar. Máxime si la consecuencia de aquel cambio de hábitos nos condujo a nuevos modos de encarar las relaciones sociolaborales aderezadas además por la llegada de una guerra que a su vez trajo carestía de vida y una tormentosa vida política que bate todos los récords al tener que acudir en dos meses a las urnas. Y es en ese punto en el que la mascarilla tuvo la función de proteger tapándonos boca y nariz, pero ahora los actores de la vida pública se ocultan tras la máscara en la que intentan tapar la responsabilidad de su gestión. Que rima con Sánchez, Illa y Simón.

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