Se ha producido un cero
Se ha producido un cero y no nos hemos quedado traspuestos porque en una sociedad desarrollada como la nuestra no es frecuente que esto ocurra, aunque a veces si suele haber apagones que afectan a sectores más o menos amplios de una ciudad o comarca, pero casi nunca es un apagón general. Cuando se ha ido la luz, lo primero que se nos ha ocurrido es mirar en el cuadro eléctrico para ver si había saltado algún interruptor, pero todo parecía estar en orden y entonces algunos se han asomado al pasillo, otros a la ventana y algunos a la calle para ver si había luz por algún sitio, pero nada de lo que veíamos nos daba una pista sobre lo ocurrido, no digo luz, porque luz sí que había, puesto que todo ocurrió poco después de las doce y media de la mañana. Algunos hemos pensado que ya hace algún tiempo que están ocurriendo fallos en la red eléctrica y que quizás tendrían que revisar las instalaciones próximas porque son algo más frecuentes de lo que sería prudente, pero al final, la energía suele volver en un periodo de tiempo razonable y bueno, entra dentro de lo que puede ser admisible soportar. Pero esta vez no, esta vez hemos esperado diez minutos, luego una media hora y luego hemos comenzado a sospechar que la cosa tenía más enjundia de lo que imaginábamos, porque entre otras cosas no funcionaban los teléfonos móviles y tampoco había manera de informarse por la tele porque tampoco emitía ningún canal. Así que hemos echado mano de la radio y sí, hemos tenido que salir a comprar pilas al chino y de paso alguna que otra vela y linterna por si acaso porque ya que esto parece que va a durar más de lo debido hay que estar preparados por lo que pueda ocurrir, aunque sólo sea para intentar alumbrarse para cualquier necesidad urgente, porque la cosa está tomando un cariz más que dudoso y no tenemos todavía el ya famoso cajón de supervivencia, perdonadme pero me resisto a utilizar la expresión “kit” aunque esté en el diccionario pero eso quizás sólo demuestra el poco respeto que le tenemos a nuestra hermosa lengua ya que nos dejamos colonizar por neologismos de manera bastante burda. Y hemos estado así más de doce horas.
Volviendo al famoso apagón, no me siento capacitado para hacer un análisis de las posibles causas porque en alguna ocasión he tenido la oportunidad de estar dentro y ver funcionar una sala de control de distribución de energía eléctrica y puedo asegurar que es de una complejidad que escapa a lo que la inmensa mayoría de ciudadanos puede imaginar. Sólo decir, que todos los sistemas de control funcionan en tiempo real y el cero que se produjo y las causa o causas que lo hicieron posible quedaría registrada y está ya a disposición de todos los profesionales que hayan estado involucrados en el análisis técnico del fallo del sistema y sin duda alguna hay conclusiones claras y definitivas al respecto. La hipótesis contraria no tiene sentido porque indicaría una incompetencia total de medios y de recursos técnicos que invalidarían la solvencia del sistema eléctrico español en su conjunto. Y ese no es el caso.
En consecuencia, sea cual sea la causa técnica del cero eléctrico, estoy convencido de que además del apagón de toda la red peninsular que se produjo el lunes 28 de abril, se está produciendo un apagón informativo inducido por intereses espurios que afectan a la transparencia democrática exigible a todos los responsables públicos (gobierno y oposición de España) y a los intereses legítimos de las industrias del sector. Lo que se dice en términos políticos, hay una pugna inconfesable por ganar el relato y está en juego el diseño presente y futuro del sector eléctrico en nuestro país, con posiciones muy divergentes en cuanto a las fuentes de generación. A lo largo de los últimos años se ha manipulado a la opinión pública ofreciendo datos bastante sesgados para denostar algunas formas de generación que se dice son muy contaminantes para el medio ambiente sin explicar que no lo son tanto y que el problema real es la gestión de residuos, pero esto sería objeto de otro análisis. En definitiva, que seguimos con el apagón informativo y con bastantes probabilidades de otro cero en la red. O sea, otra patada adelante a ver si llega el fallo del contrario.