Paisajes del olivar arrancado

    08 may 2025 / 09:42 H.
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    Tenían razón los agricultores de la campiña occidental de Jaén que se opusieron a incluir sus fincas en los “Paisajes del olivar” como Patrimonio Mundial porque simplemente querían conservar la propiedad que adquirieron o heredaron y que no fuera objeto de limitación. Ahora, arbitrariamente, los expropian y arrancan sus plantas, no por la Humanidad y sus monumentos, sino por un sorprendente concepto del “interés social” de supuesta sostenibilidad energética a costa de cargarse un bosque olivarero humanizado que les da cobijo, alimento y empleo. Aunque solo sea el dos por ciento de los olivos de la provincia, más de cien mil estacas arrancadas en mil hectáreas es mucho sacrificio para mega plantas solares que podrían instalarse —el sol sale para todos— en terrenos no cultivables y más despoblados. Esos pobres olivareros no ganan para sustos, de la imposición de un conservacionismo a ultranza, les sorprenden con el expolio por un pintoresco concepto de utilidad pública —¡de otros!— y la dichosa agenda 2030 que ya nos ha dado un apagón de aviso y veremos otros. No hay duda de que los frondosos y cuidados olivos de Lopera, duros y resilientes, eran sostenibles. Lo otro, ¡Dios dirá!

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