Los santos inocentes

Si algo representa lo mejor del ser humano es la edad de la inocencia. La limpieza de sus miradas, la credibilidad que ponen en los demás, la ausencia de maldad, la bondad de sus intenciones, la espontaneidad de sus actos y de sus palabras y su entrega sin reservas hacen de esta etapa de nuestras vidas lo mejor y más bonito. La protección de la inocencia está inscrita en todos los códigos éticos y jurídicos. Israel ha perdido toda comprensión desde que mata a niños y a adultos indiscriminadamente. Herodes no pasará a la historia por ser un buen rey precisamente. Ahora somos nosotros, los adultos, quienes matamos a niños inocentes para dañar a las madres. Nada hay que justifique estas atrocidades. ¿Cómo hemos podido llegar hasta aquí? ¿Qué idea seguimos teniendo de lo que es tener una pareja y unos hijos con ella? En la pareja, ¿es uno propiedad del otro? Los hijos ¿son tu propiedad? La propiedad y la inmadurez nos llevan al desastre. La derecha no ayuda tampoco con las barbaridades que plantean: los hijos son de los padres, no del estado. Antes de emparejarnos deberíamos tener claro estas cuestiones.