Los Rubi y los Geri

28 may 2022 / 16:00 H.
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Hace unos días salieron a la luz los audios que acreditaban la relación de conveniencia entre el presidente de la Federación Española de Fútbol y el empresario y futbolista Gerard Piqué. Al margen de las formidables comisiones que hacían posibles contratos millonarios, se escuchaba, entre los audios filtrados, como el empresario y presidente del club de fútbol Andorra pedía al presidente de la Federación ciertos privilegios a la hora de acceder a la plaza que había quedado libre en Segunda División B por un descenso administrativo. A esta plaza también aspiraba el Real Jaén que había logrado 101 puntos en la temporada anterior, siendo el mejor club de todos los grupos de Tercera. Por méritos deportivos ese ascenso debía ser para el club blanco pero la plaza fue adjudicada al club del amigo Piqué que ni siquiera había jugado en tercera. Los méritos deportivos quedaban subordinados al verdadero interés que mueve el “negoci”, ese interés que saben manejar Rubi y Geri. Nuestro club resbaló una vez más en ese parqué de relaciones oscuras y este año celebra con ilusión y resignación su centenario en la quinta división del fútbol español. El Andorra ya ha ascendido a segunda.

Lamentablemente en la mayoría de las mesas de decisión hay fuertes influencias de los Rubis y los Geris de turno que consiguen arrimar el ascua a su sardina. A veces pierde el que más puntos tiene, el que merece más, aquel que más lo necesita, pero aún acostumbrado a la derrota volverá a apostar toda su ilusión a otra ronda en la ruleta de la fortuna. Siempre habrá un Rubi que tirará para un lado, y un Geri que tirará para el otro, y el resultado será el que todos padecemos, una Universidad castigada financieramente, una línea de alta velocidad que nos hace la cobra, una comarca industrial desmantelada con el desempleo más alto de España, un territorio con graves deficiencias en lo que a distribución de energía se refiere, una tasa de actividad cinco puntos por debajo de la media de España y una tasa de paro cinco puntos por encima. En definitiva, una tierra curtida de gente con méritos e ilusión, pero castigada por esos casuales destinos de la inversión pública y privada. Ya me imagino al Rubi y al Geri llegando al acuerdo de poner en marcha el tranvía de Jaén, un año más, con otro anuncio de ahora sí toca, que sale a licitación otro estudio para detectar deficiencias y que la primavera que viene se pondrá en marcha. Y así, una primavera y tras otra, hundiendo en polen las ilusiones de esta provincia, avergonzada por tener el icono de la vergüenza en cocheras, y escuchando la cantinela de que algo habremos hecho mal para merecer esto.

Los Rubis y los Geris seguirán moviendo el tablero procurando concentrar el dinero donde hay dinero, y la belleza donde hay belleza, de manera que el que menos tiene menos tendrá y el que es feo, más feo será. Y el responsable de corregir esas desviaciones nada hará seducido por el encanto de los Rubi y los Geri. Son reglas del sistema, tan incuestionables como que en etapas económicas de inflación la población que más sufre es la de menor poder adquisitivo. Aquí apuramos la reserva mientras los Rubis y los Geris pisan el acelerador apelando a que la inflación subyacente está controlada, despidiéndose con una sonrisa seductora, cuando vienen a este paraíso a disfrutar de aventuras, pero sin arriesgar nada.

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