Los panes y los peces

    02 dic 2025 / 08:42 H.
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    Las personas que tenemos un coeficiente intelectual normal sabemos dónde está en nuestra casa hasta el último alfiler. Será por eso lo de “como yo vaya verás cómo lo encuentro”. Según “progresan” algunas personas, tenemos que deducir que son bastante más inteligentes. Pues no, evidentemente estamos equivocados. Maite Zaldívar recibía en su casa, traídas por Julián Muñoz, por entonces su marido, bolsas de basura llenas de billetes. No se planteó nunca de dónde procedía tanta abundancia, y así se ahorró tener problemas de conciencia. Al fin y al cabo, la conciencia para algunos es un estorbo, y para otros ni existe. Abundando en el tema, y viendo el espectáculo que nos están presentando diariamente, tampoco se han planteado los hijos de los que han entrado en la cárcel que si su padre gana cinco mil, pero gastan y viven como si tuvieran cincuenta mil, que ese dinero puede ser un dinero ilegal. ¿Compensa tener un nivel de vida más alto el ver cómo se abre el portón de la cárcel y entra un furgón de la guardia civil en el que va tu padre? Después recibirá muchas visitas, pero los demás se volverán a su casa. Mejor seamos mucho más honrados. El milagro de los panes y los peces ya pasó.


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