Lecciones ocultas

    19 dic 2025 / 09:06 H.
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    A medida que se acercan las fiestas, vuelve también ese torbellino de consumo que parece medir nuestra felicidad en paquetes y precios. Pero, más allá de la presión por “tener”, estas fechas nos ofrecen una oportunidad magnífica para fortalecer valores que desde la escuela trabajamos cada día: la empatía, la igualdad y el compromiso social. La educación no se detiene cuando cierran las aulas; continúa en los hogares, que durante las vacaciones se convierten en el mejor espacio para practicar el cuidado mutuo y la responsabilidad colectiva. Educar en empatía significa transformar los regalos en gestos conscientes: preguntar no sólo “qué quiero”, sino “qué necesita otra persona”. Donar juguetes en buen estado o participar en campañas solidarias permite a nuestras hijas e hijos comprender que el valor real no está en la novedad, sino en el impacto que generan sus acciones. Estas fiestas pueden ser mucho más que consumo: pueden ser un laboratorio de ciudadanía crítica. Si priorizamos el ser frente al tener, quizá descubramos que el mejor regalo que podemos hacernos es una sociedad más justa y empática.

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