La respiración

    20 ago 2021 / 17:24 H.
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    Resulta que a la doctora Laurie Santos se le ocurrió proponer una asignatura sobre la ciencia de la felicidad y, sin pretenderlo, se convirtió en el curso más popular de la historia de la universidad de Yale. Este interés de los jóvenes por la felicidad ya da para un artículo, pero este no trata de eso. Con semejante curriculum, Santos ha advertido de que el virus cabrón este acciona de manera constante el sistema simpático –que funciona en el cuerpo como una especie de alarma de incendios que está conectada día y noche–, lo cual tiene el mismo efecto que si una pantera te estuviera acechando mientras caminas por la jungla. ¿Notas que ir al supermercado se ha convertido en una actividad estresante? ¿También cuando vas a tomarte una caña al chiringuito? No te preocupes. Dice la doctora Santos que todos tenemos un interruptor que podemos activar para evitar la ansiedad: la respiración. Cuando tenemos miedo o nos sentimos acechados, respiramos más superficialmente y el cerebro se ve afectado por la falta de oxígeno. Si dedicamos un momento a inspirar y espirar con lentitud, afirma, el efecto es inmediato y la calma nos invade. Así que, como creo que voy tarde para ingresar en Yale, me dedicaré de manera despiadada y metódica, durante los pocos días de vacaciones que quedan, a respirar. Tal vez, si todos lo hacemos...

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