La guerra

    19 mar 2020 / 16:34 H.
    Ver comentarios

    Si puede entenderse que la guerra es “una manera” de la política (Clausewitz) también se entenderá que la auténtica política —no su simulacro o mero juego de señoritos mindundis— encubre una formidable y terrible guerra de principios e intereses (Foucault). Así, pues: incruenta o que lo parezca, la política es también y recíproca e inversamente “una manera” de guerra. En este particular y concreto sentido, puede afirmarse que nuestra guerra civil no concluyó en el 39. Habiendo percibido la izquierda que los proyectos históricos (cristianismo, razón ilustrada y marxismo revolucionario) consumaron su andadura fracasados por agotamiento, dirige ahora la mirada hacia objetivos de más proximidad. Ora novedosos o que no lo son tanto (Benigno Pendás): mujeres, minorías sexuales. Ora transversales, como el ecologismo y el pacifismo. Y en ellos sitúa su batalla incruenta. No cabe duda que este tema, como el primeramente enunciado, son los dos de considerable enjundia. Pero aún no tomé el café de la mañana, que aclara la mente y ubica las ideas, de manera que los reservaremos para tratarlos la próxima semana, si el tiempo y las circunstancias lo permiten.

    Articulistas