Jesús mío
Pido al Niño Jesús, a la Virgen María, a San José y a los Reyes Magos que me concedan los siguientes deseos: Mi primer deseo es que España vuelva a ser una nación con un Gobierno central sin autonomías, que son una sanguijuela económica y fuente de diferencias y conflictos. No conquistamos casi todo el mundo conocido sino con una sola cabeza, que además por católica recibía el favor de Dios. Dice el Rey que España hoy es una nación maravillosa, cuando lo que es una cloaca de la que ya no podremos salir, salvo milagro, por la degradación moral de los españoles. Mi segundo deseo es que la Iglesia Católica crezca, e identifique y expulse a los cardenales, obispos y sacerdotes “modernistas” que confunden al mundo con sus herejías (en Jaén tenemos); y que el Catecismo sea guía para saber quién es quién. Que los móviles sean solo un teléfono y una enciclopedia, pues de otro modo pervierten nuestra conciencia y nuestra personalidad; que se llenen de justicia las administraciones públicas; que el Código Penal se endurezca para que donde no haya respeto haya miedo. Y que todos seamos muy buenos y no mintamos ni en lo chico para que todo el mundo se vaya al Cielo, Jesús mío de mi vida.