Jaén, 2040

24 ago 2019 / 11:22 H.

Resulta arriesgado definir un escenario para la provincia de Jaén dentro de veinte años. En econometría se utiliza la técnica del análisis de regresión que consiste en ajustar una nube de puntos conocidos a una recta y proyectando esta podríamos predecir qué ocurrirá en el futuro.

Recientemente, hemos conocido el “Informe de proyección de la población de Andalucía, provincias 2016-2070” que publica la Consejería de Economía de la Junta de Andalucía. Este documento llama la atención por los alarmantes datos demográficos que muestra, tanto por el descenso de la población, como por el envejecimiento de esta. Así mientras que en la actualidad los mayores de 65 años ocupan el 18% de la población, para el 2040 este segmento superará el 30%. La población con edad comprendida entre cero y quince años se reducirá entorno a un 5%. Se invierte la pirámide de edad que se ensancha por la cima y se estrecha por la base. De hecho, el Instituto Andaluz de Estadística y Cartografía, igualmente, prevé que el número de parejas sin hijos irá en aumento y que los jiennenses vivirán sin hijos o solos. A pesar de lo intrigante de estos datos quisiéramos saber qué aspectos socio económicos regirán nuestra sociedad. Para ello, al análisis de regresión referido, habrá de dosificarse con imaginación a riesgo de resultar un atrevido experimento. Uno de los principales factores a analizar será el empleo. ¿El modelo económico permitirá mantener los puestos de trabajo? Es indudable que los avances tecnológicos continuarán, como poco, al ritmo que vivimos en el presente.

La irrupción de la Inteligencia Artificial generará un crecimiento exponencial de la robótica que se convertirá en una auténtica amenaza para los puestos de trabajo. En la anterior Revolución Industrial, después de un sinfín de conflictos bélicos, la tecnología no ha sustituido a las personas en su totalidad, y el conocimiento retiene aún empleo. Pero en el futuro, la Inteligencia Artificial supondrá la sustitución y eliminación de millones de puestos de trabajo. Los algoritmos sustituirán a las personas incluso en la gestión de las emociones y no habrá puesto de trabajo que no resulte amenazado por una maquinita o un conjunto de estas perfectamente interrelacionadas. Piensen en miles de vehículos sin conductor, respetando las normas de seguridad al cien por cien, lo que supondría para el sector del transporte de mercancía y pasajeros y la seguridad vial. Las grandes compañías tecnológicas se convertirán en macro estados con un poder económico gigantesco.

Los gobiernos, o bien obstaculizarán estos avances, o bien recaudarán impuestos a estas compañías para mantener una renta universal que sustituya a las procedentes del trabajo, ya sea mediante un cobro directo, o bien mediante la prestación de servicios gratuitos.

Jaén no estará al margen de estos avances. Incluso en la agricultura llegará a niveles tecnológicos que apenas necesiten mano de obra. Almazaras móviles que producen aceite en el mismo momento de la recolección y que descargan el AOVE, en una planta que envasa y carga botellas en contenedores que no tienen conductor, donde acudirán drones que llevarán la mercancía a los hogares. Cientos de puestos de trabajo, reducidos a un par de ellos. Ante este vértigo no queda otra más que invertir en aquello que nos evitará quedarnos atrás, que nos hace flexibles y libres, y que es la educación.