Intento de soborno

Con la casi imposibilidad manifiesta de conseguir los apoyos necesarios para aprobar los presupuestos generales antes de que acabe el año en curso y no sentirse obligado a prorrogar de nuevo los presupuestos de 2023, el Gobierno se enfrenta sin duda alguna a la opción, cada vez más clara, de convocar elecciones generales. Por lo tanto, si antes no ocurre algo muy parecido a un milagro que ponga de acuerdo a los socios de legislatura, tendremos elecciones en 2026. Así parece que lo entienden algunos analistas políticos y el partido popular, que lleva tres legislaturas sin coger las riendas del poder y ejerciendo una oposición violentamente feroz y casi golpista. Como siempre que pasa cuando se adivina la proximidad de elecciones, son los presidentes autonómicos de uno y otro sitio quienes arrimando las ascuas a su sartén, son los primeros en dar el pistoletazo de salida a la campaña electoral. Por eso aquí en Andalucía, el presidente Moreno Bonilla ya ha empezado a aprobar en sus presupuestos un paquete de mini rebajas fiscales claramente insuficientes, y que no van a borrar la nefasta situación en que se encuentra la sanidad pública en Andalucía.