Hay que informarse

    08 sep 2025 / 08:24 H.
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    En un mundo como el actual, en el que recibimos información desde variadas y numerosas fuentes, la desinformación o las informaciones falsas están a la orden del día. Llega un momento en el que no sabemos diferenciar entre una información veraz y una falsa. Lo malo es que a partir de una información errónea o una información falseada de manera voluntaria, se crean grandes ideales que llegan a calar en la gente. El problema es saber discernir entre la información veraz y la que no lo es. Y no me refiero solo a información subjetiva. Los políticos defienden o atacan gestiones propias o ajenas argumentando en sus discursos datos objetivos que no coinciden con los del contrario. La desinformación es un grave problema si esta es utilizada con unos fines concretos. La desinformación nos manipula, nos engaña, nos hace menos libres. Los regímenes totalitarios basan gran parte de sus estrategias en la desinformación al ciudadano. Por lo tanto, el ser humano ha de buscar siempre la mayor información posible. Medios para recibir información variada y abundante hay, pero es un tema complejo, ya que una misma noticia, leída en diferentes medios de comunicación, se puede interpretar de maneras bien diferentes.



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