Gilipollas

Hay políticos de la oposición en el parlamento nacional que desean más muertos y ruina para ampliar sus posibilidades de sumar un nuevo cargo al espacio que les dedica Wikipedia y disfrutar de los privilegios que este conlleve. Lo mismo ocurre en los gobiernos autonómicos. Lo mismo. Por lo tanto, hay políticos de Vox, Partido Popular, Ciudadanos, PSOE, Unidas Podemos y demás fanfarria que quieren más muertos y ruina para medrar. Ídem en lo referente a los medios de comunicación: hay televisiones, radios y periódicos que precisan más muertos y ruina en determinadas comunidades del estado para fortalecer sus argumentos frente a otras televisiones, radios y periódicos que anhelan igual desgracia en otras zonas y conseguir, de esa manera, llevarse el gato al agua. Y hay, incluso, infinidad de ciudadanos que, seducidos por esa macabra trama, no dudan en apuntarse a ella. A unos y a otros nos les importa terminar siendo los encargados de bajar los plomos y echar la llave, les vence el ansia de lo efímero, la extraña satisfacción de sentarse a tomar un café en un país devastado. Se les detecta fácilmente: a los políticos y periodistas porque no les interesa un pito el bienestar colectivo o la información veraz, solo lograr lo que fuera de ese ámbito les resultaría imposible. A los ciudadanos, porque son los clásicos gilipollas.