Fábrica de sueños

23 oct 2021 / 15:00 H.
Ver comentarios

En Jaén, con demasiada frecuencia, sus habitantes fabrican sueños a modo de proyectos que les harían converger con el resto de los territorios. Allá, donde se negocian los presupuestos de cada institución, los gobernantes hacen posible que estos sueños se hagan realidad. Esos sueños, que son semillas, viajan por canales políticos hacia diferentes mesas de negociación, en busca del riego y el abono necesario para que germinen. Muchos de estos sueños se desvanecen al despertar del boletín oficial oportuno que ordena negro sobre blanco agua y abono para diferentes tierras con arreglo a criterios que no siempre responden a la justicia territorial. La historia se parece a la que viven muchos agricultores cuando visualizan, con infinita alegría, en su app de previsión climatológica que en quince días caerán cuarenta litros y, sin explicación alguna, en la medida en que se acercan esos días, la previsión va bajando, hasta que el día señalado caen cuatro gotas. Los sueños se desvanecen como las nubes del cielo. Es la misma frustración e impotencia que sentimos al analizar como los presupuestos arrastran las nubes hacía los valles más poblados y fértiles, dejando cuatro gotas para un terreno árido que declararán especialmente protegido. La corrección a la baja de las previsiones de crecimiento (5,8 del Consejo General de Economistas frente al 6,5 del gobierno), exige un cuidadoso reparto de los fondos en beneficio de aquellos territorios que saldrán perdiendo en estos desajustes de crecimiento. Los presupuestos para 2022 serán los más sociales de la historia aprobando el Estado y cada Comunidad Autónoma un techo de gasto inalcanzable hasta ahora. Ello se debe a la lluvia de fertilizantes de nueva generación que llegan de la Unión Europea. A pesar de ello, en los del Estado, la partida provincializada destina un 50% menos de inversión para Jaén que los del anterior ejercicio. Es evidente que, en esas negociaciones, las asignaciones no responden a las necesidades, y que nuestra provincia no termina de convencer, ni converger. Sin embargo, otros territorios si lo consiguen. Por ejemplo, Cataluña será la región con más apoyo estatal, sin que dicho criterio responda a factores económicos o demográficos. Por el contrario, en los presupuestos de la Comunidad de Castilla León, la agrupación “Por Ávila” ha resultado ser la llave para su aprobación a cambio de un apoyo que ellos mismos han denominado recíproco.

En materia fiscal, se persigue recaudar más y para ello se ha fijado un suelo de tributación en el impuesto de sociedades del 15%. Se pretende con esto evitar que grandes sociedades de capital se beneficien de incentivos sin merecerlo. Sin embargo, la realidad es que esas grandes compañías sabrán destinar su beneficio a países fiscalmente aliados y, curiosamente, las más afectadas por este suelo serán las sociedades cooperativas que sobreviven como modelo empresarial de desarrollo territorial, principalmente en nuestra provincia.

Como nubes que auguran agua, se dibuja en el cielo de los presupuestos un proyecto ilusionante que consiste en la descentralización de organismos dependientes de la Administración del Estado. Se logra enriquecer territorios necesitados sin perjudicar a otros. De hecho, grandes capitales, donde se concentra población y dinero, les beneficiaría destensionar su crecimiento. Esperemos que esas predicciones dejen algo de riqueza en nuestra provincia, que tanta falta le hace.

Articulistas