Esmeralda

    03 dic 2020 / 17:33 H.
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    Después del vuelco del coche, del destello de luz cegadora y del silencio sepulcral, todo lo que recuerdas como ocurrido después de aquello... tu boda con Esmeralda, la muerte sorpresiva de tu suegro y la graduación de vuestro hijo... eso, todo eso, es tan fuerte que lo tienes por cierto sin serlo. Pero las cosas vuelven a su sitio ¿Ves? De pronto has perdido la memoria. Escuchas cada vez más próxima la sirena de la ambulancia. No sientes nada. No recuerdas nada. En realidad no estás, porque has muerto y la ambulancia viene a recoger tu cuerpo. Te llorará tu novia Esmeralda, que acabará casándose con el imbécil de Norberto. Soportará las impertinencias y desaires de su marido. Alguna vez que otra llorará acariciando a solas tu recuerdo. Será la mujer fiel, la señora respetable de casa. Y no lo hará por amor, sino por decoro y por miedo. Le hubiera gustado otra cosa, ser ella misma más resuelta y valiente. Cuando se vio frente al hombre que cerraba la puerta y se dirigía hacia ella, huyó despavorida del hotel. Pudo haber sido de otra manera. Pero no fue. No se casó contigo y no fue infiel a Norberto. Simplemente has tenido un accidente; y, sí, la ambulancia viene a recoger tu cuerpo.

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