En manos de usureros

    07 sep 2025 / 09:09 H.
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    Casi una veintena de personas han fallecido en el accidente del funicular de Lisboa. Al parecer la rotura del cable que lo sujeta y le hace subir o bajar ha sido la causa de esta tragedia. Hacía unos años que una empresa privada es la encargada del mantenimiento y en su caso de la reparación o sustitución de las piezas que necesitara para su normal funcionamiento. Pero a la vista de lo sucedido y según han declarado algunos testigos, el funicular llevaba mucho tiempo sin la atención necesaria y sin la sustitución de las piezas que por el uso y el desgaste exige el vehículo. Una vez más la concesión a un particular del derecho de explotación de un servicio público termina siendo un mal negocio para los ciudadanos, y en este caso acaba con la vida de sus usuarios. Lo hemos visto el mes pasado con la nefasta actuación de las empresas concesionarias encargadas de la prevención y extinción de incendios en las distintas comunidades autónomas. Lo vimos ayer con el chantaje del CEO de Ryanair al estado español, y lo vemos y sufrimos a diario en la sanidad pública con la falta de personal e inversión, y en la educación con el desmantelamiento de las universidades públicas.



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