El futuro está hecho de niños

17 sep 2022 / 16:00 H.
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S e inicia el curso escolar como un año nuevo, otro ejercicio económico, otra escalón en el aprendizaje de nuestros hijos, y con 1.395 alumnos menos en la provincia de Jaén. El dato es demoledor por ser fiel reflejo del problema demográfico que vive nuestra provincia. Aumenta también el número de profesores y el resultado es una ratio media por aula de 13,5 muy lejos de aquellas clases con medio centenar de niños que recordamos de nuestra infancia. Llama la atención como nuestra ratio es menor que la de muchos países de Europa, pero aún estamos lejos comparativamente al número de plazas en Formación Profesional, que pudieran estar mejor orientadas a las necesidades de empleo de una sociedad. La tasa de natalidad sigue una tendencia decreciente, un alarmante 7,22% en 2021, cuando hace 50 años era del 19,50%. Cada vez hay más hogares con más animales de compañía que niños. En Jaén, según el INE, en 2019 había 97.997 niños de 0 a 15 años, mientras que contamos con 229.655 perros registrados como animales de compañía.

Son muchos los factores que contribuyen a este descenso de la natalidad. Factores demográficos, políticos, culturales o socioeconómicos. Entre los demográficos podemos destacar el retraso en la edad de formar pareja estable, el aumento de rupturas o el descenso de la mortalidad infantil. Culturalmente existe una clara tendencia al individualismo, al predominio de las relaciones de pareja frente a las familiares, o a la preferencia por un mayor bienestar material. Respecto a los socioeconómicos influyen en la natalidad la incorporación de la mujer al mundo laboral, las coyunturas económicas, o el precio de la vivienda. Todos ellos son propios de la época que nos ha tocado vivir y comunes a todas las mujeres del país. Quisiera centrarme en aquellos factores con un componente territorial y que perjudicarían a nuestra provincia.

Aceptando estas reglas sociales, habría que analizar por qué la tasa de natalidad en Jaén es más baja que la de otras comarcas, y ello por el hecho de que nuestra provincia pudiera ser menos atractiva para ser habitada por parejas en edad de ser padres. En la página web “Atlas de Oportunidades” de la Fundación Felipe González encontramos datos que nos dan luz a esta cuestión. Se trata de un estudio pionero de movilidad social en España basado en los datos de rentas de los padres y de los hijos. Geográficamente nos permite dibujar un mapa de oportunidades localizando la posición de los hijos respecto a la de sus padres. Si comparamos las rentas bajas, las más obligadas a emigrar, observamos como la provincia de Jaén es la cuarta provincia por la cola en España en diferencia positiva entre la renta de hijos y la de padres, marcando datos inferiores sólo las provincias de Sevilla, Huelva y Cádiz. La diferencia en Jaén es de tan sólo 17,40 puntos mientras que Madrid es de 32,16 o en Barcelona 36,62. Lo curioso es que, si analizamos las rentas medias en Jaén, las de los hijos es menor que la de los padres con una variación de -6,81 mientras que Madrid la incrementa en 6,46 y Barcelona en 10,74. El estudio delata un avance en oportunidades por renta, pero cuestiona su distribución por comarcas. Estos datos son reveladores e invitan a reflexionar sobre la necesidad de diseñar políticas que contribuyan a una igualdad de oportunidades, no solo de rentas sino también por territorios.

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