Cayetano

    14 jul 2022 / 16:35 H.
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    Es 18 de abril de 1886, domingo de Ramos. El Papa León XIII acababa de crear el obispado Madrid-Alcalá. Un cura de la Diócesis, Cayetano Galeote Cotilla, se acercó al nuevo obispo, Monseñor Narciso Martínez Ramos. Hizo ademán de besar el anillo; pero, lejos de ello, le pegó tres tiros a bocajarro. Al delito correspondía la pena máxima; entendió sin embargo la Audiencia que Galeote estaba loco ¿cómo no había de estarlo? ¡si hizo lo que hizo! Así que optaron por internarlo de por vida en el manicomio de Leganés. Nacido en Vélez-Málaga, Cayetano había emigrado a América. Según anotaciones de Antonio García Figar, biógrafo del obispo, retornó a España para establecerse «en calidad de cura suelto, sin oficio ni beneficio» en Madrid. Menudeó por San Ginés, San Marcos, las Comendadoras y los Irlandeses. Obtuvo por fin la adjudicación de misa de once en Cristo de la Salud. A Cayetano le perdió la fidelidad a Tránsito Durdal. La había sacado del pueblo para convivir maritalmente con ella. Al tiempo de formalizar la adscripción a la parroquia del Cristo de la Salud, fue requerido para cesar en el concubinato. Pero no renunció a Tránsito y perdió la misa de once. Luego vino lo del obispo.

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