Amnistía 2024

El recuerdo que yo tengo de la amnistía es el de las grandes manifestaciones en Madrid entre 1976 y 1977. Cualquier manifestación, fuese en contra de la carestía de la vida, o por cuestiones políticas terminaba con pancartas que pedían una rima: “libertad, amnistía y estatutos de autonomía”. Más no es lo que hoy piden y se ofrece. Los líderes independistas que huyeron de Cataluña en 2017 reclaman que se olviden todos los hechos y delitos cometidos por un determinado número de personas, algunas muy concretas. Lo que nos enseñaron en las Facultades de Derecho de la democracia, es justamente que en democracia no caben las amnistías. Quizá una excepción para alguna persona vulnerable pudiera admitirse ¿pero para los miembros de un gobierno? ¿para los líderes que promueven una revolución? Y en un país de la Unión Europea, tiene difícil encaje. Luego está el problema de la división de poderes y el respeto a las actuaciones judiciales que vienen resolviéndose desde 2017. Se trata de una inmersión del legislativo o del gubernativo en el judicial. También el concepto de Ley que se caracteriza por su generalidad. No más chapuzas, no.