Caridad o crecimiento
La migración no es un movimiento de este siglo. Los humanos siempre han migrado desde sus orígenes por razones de peso, por guerras, crisis económicas, dictaduras, represiones políticas, motivos varios de los que los españoles estamos muy al día. Los migrantes no son distintivos de raza ni de color, aunque hoy por hoy se utilice este discurso para exorcizar un movimiento inherente a la humanidad por el básico hecho de buscar un futuro mejor. ¿Saben cuántos millones de españoles hay por el mundo? ¿Por qué consideran ustedes que no cesan de llegar migrantes a Europa? ¿Qué hay peor que tener que pedir? ¿Caridad o crecimiento? Sí, seguro que el ranking de respuestas sería variado. Quizás, el juicio está en cuando nos tocan la autoestima y la dignidad, seguro que entonces nuestra visión cambia cuando lo vivimos en primera persona. La empatía se vende cara, la sensibilidad también. Una coraza de supervivencia edificada sobre el miedo a perder nuestra identidad va creciendo con palabras de peso, que se decantan por una ideología política o por otra. Las madres y los padres saben muy bien lo que duele una hija o un hijo. Madres y padres que edifican este mundo con la esperanza de un mundo mejor.