Cabezas huecas

El lunes pasado comenzó en Brasil la Cumbre del clima 2025. Desde la ciudad amazónica de Belém el presidente Lula da Silva en su discurso de apertura ante representantes de 198 países, dejó bien claro que han pasado diez años del Acuerdo de París sin que se haya cumplido totalmente ni uno solo de los acuerdos pactados o prometidos. Añadía también a estas emergencias, la del peligro que acarrean la desinformación y los algoritmos que atacan a la ciencia y el incremento de altavoces negacionistas en países desertores de la Cumbre y de la cruda realidad. Todos los días del año se producen en distintos lugares del mundo catástrofes derivadas del aumento de la temperatura que los humanos hemos provocado al planeta. Somos conscientes del peligro que corre toda la ¿civilización? por culpa de nuestros excesos, y sin embargo hay partidos políticos de claros tintes negacionista y fascista que ganan cada vez más adeptos entre la ilusa juventud, que precisamente serán en un futuro muy próximo los más perjudicados. Habría que preguntarse si la ceguera en la que habitan algunos jóvenes en estos tiempos de capitalismo desbocado, es un síntoma más de la crisis climática.