Artículos y articulistas

Sumidos en la vorágine de trámites burocráticos, los cuales te hacen aún esperar (y van 2 años) una anunciada, a bombo y pestillo, subvención del Plan Moves, “bendita” 2030, nos sometemos a unos protocolos que aburren a los aburre ovejas. La LOPD, la PRL, y la ley de ofendiditos, por la cual ni los gordos estamos gordos, ni los calvos van a Turquía, ni los gays son geishas, ni los marroquíes moros, ni los afroamericanos negros. Como tú digas, o pienses con los ojos eso, eres fascista, intolerante, racista y nosequémófobo, válgame el palabro. Nuestro (es un poco mío) Diario JAÉN, inició una campaña para que no se comparta su contendido por las redes insociables. Comprensible, o el periódico muere, y quién nos informaría de lo acaecido. Ya tuvimos uno que, quemado, lo quemaron, y perdimos identidad. Por el avance digital y la móvil-dependencia ya no limpiamos los cristales con el periódico de ayer. Con lo limpicos que se quedan. Pero ¿de quién es el artículo? ¿Del que lo aporta, altruista y generosamente, o del que lo recibe, y con tal donación ya es el señor de los articulillos? Añorada virtud del término medio debiéramos encontrarla, y tras su debida lectura, física o sufragada digital, compartamos a posteriori, y hagamos a nuestras letras, en nuestro Diario, más universales.