Aguas de ida y vuelta

    14 mar 2024 / 09:13 H.
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    Aunque ha llovido, estamos lejos de superar los problemas de la sequía cíclica o del “cambio climático” que no es un mantra interesado sino muestra de la evolución constante de la naturaleza. La gestión del agua requiere rigor, grandeza y perspectiva de la que están lejos los políticos que nos mandan. Recientemente, visitando el Alentejo he visto sorprendido que sus embalses tienen bastante más agua que los nuestros, cuando entre unos y otros hay muy poca distancia. Aquí falta una visión de conjunto para abordar el problema y en bien de todos interconectar las cuencas. Ahora Cataluña, acuciada por la necesidad, va a recibir en barcos agua desalada en Sagunto, mientras el Ebro vierte al mar muchos hectómetros cúbicos sin aprovechar. En el resto de España, los desembalses de pantanos son arbitrarios, por no decir caprichosos, y la eliminación de presas con pretextos ecológicos no es sino una estúpida y freudiana aversión a los ancestros. El trasvase al Norte y Sur del Ebro fue vetado por los mismos que en lugar de resolver problemas, los crean. De las redes tomo: “Solo a tontos se les ocurre verter el agua dulce del Ebro al mar, cogerla salada en Sagunto y desalarla para Cataluña” (sic).

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