Agitadores o periodistas
La libertad de prensa es uno de los pilares del régimen parlamentario, de la democracia representativa occidental. Igual que las elecciones al parlamento cada cuatro años. Entendemos que los periodistas que acuden a dar la información parlamentaria, representan a las empresas más importantes de nuestro país. A mi no me irrita que entre esos periodistas existan los “pepito grillo”, ni que hagan preguntas molestas o que importunen a lo tradicionalmente establecido. Los grandes periodistas en España se hicieron celebres por su atrevimiento. Hay periodistas acomodados y otros nuevos que quieren llamar la atención o quizá denunciar las mentiras permanentes de las ruedas de prensa o el “y tu más”, a veces con malas artes, descalificaciones e insultos. Hemos visto incluso empujones a otros periodistas y políticos. Hay límites. Se equivocan los agitadores. En el Estado de Derecho, las formas son tan importantes como el fondo. Si queremos entendernos, no vale el barullo, ni el ruido extremo, ni los gritos, ni los insultos. Yo viví en los setenta en la Universidad madrileña el movimiento asambleario y no quiero eso para mi país.