Adiós dulce verano

    04 sep 2025 / 08:33 H.
    Ver comentarios

    Estamos estrenando mes, y no es un mes cualquiera. Septiembre. Que, pese a no ser el último mes del año, resulta que es cuando, en realidad, muchos tendemos a cuestionarnos cómo vamos a planificar nuestra vida para los próximos meses. Así, poco a poco, para no estresarnos en exceso, y casi sin darnos cuenta, iremos dejando atrás los desbarajustes de los horarios de todos los días veraniegos, y la desidia por encontrar el mejor momento para acostarnos por las noches, mientras hubiera lágrimas de San Lorenzo o quedada con amigos. Lejos irán quedando los gloriosos aperitivos y deberemos ir concienciándonos que, en lo sucesivo, nos limitaremos a engullir el almuerzo, sin emoción alguna, porque no dispondremos de tiempo suficiente para recrearnos en las viandas diarias. Y, adiós a las amadas siestas de cama, debiéndose sentir privilegiados quienes, en los tiempos que se nos avecinan, puedan seguir dedicando un momento de la sobremesa, a echar una cabezada, mientras en la televisión se reproduce alguno de los documentales de turno que causan efecto somnoliento. Entramos en esa época en la que decimos adiós a la sensación de libertad, y a las actividades placenteras y emocionantes. Mientras tanto, nos vamos sumergiendo en la rutina diaria. Con prisa y sin pausa. Pero mentalizados de lo importante que es la dosificación de las energías renovadas, para no caer, precipitadamente, en el estrés que arrastrábamos antes de nuestro merecido descanso vacacional. Desde estas líneas animo a afrontar esta nueva etapa de regreso al trabajo, a nuestras numerosas responsabilidades y tareas, con optimismo y vitalidad, tal cual venimos haciéndolo, anualmente, porque no nos cabe más remedio. Querámoslo o no, la vuelta a la normalidad se avecina y, para no caer en el abatimiento, pondremos nuestras miras en el próximo puente festivo para organizar alguna otra salida turística.

    Articulistas