Accusatio manifesta

    21 dic 2025 / 08:50 H.
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    Resulta cuando menos curioso ese empeño de nuestros políticos en dar explicaciones sin que nadie se las pida. Caen en la trampa de salir en prensa a costa, la mayoría de las veces, de perjudicar su propia verdad, sin ni siquiera rozar la del contrario. Así resulta de ver en tertulias de supuesto prestigio a los afamados cicerones tratando de llevar la contraria se diga lo que se diga y venga de dónde venga. La cuestión no es razonar la solución a un problema sino más bien quitar validez a la solución de los otros, aunque se esté de acuerdo con ellos o ellas. Y aunque parezca mentira me pongo colorado cuando los miro y los escucho haciendo el ridículo ante un pueblo al que toman por gilipollas, con perdón a mis queridos imbéciles y a mis tontos. Recordé el motín de Esquilache cuando por una razón nimia se produjo el levantamiento y no dejo de ver parecidos cuando llevar capa larga y sombrero de copa se convirtió en un delito imperdonable, y ahora se discute la legalidad del burka o la pretendida herejía del negacionismo ambiental. Y todo por llevar la contraria en una tertulia de engreídos. Excusatio non petita, accusatio manifesta. Si das explicaciones sin que nadie te las pida, estás asumiendo la mentira. Política de mediocridad cuando no de mentira y falsedad. Desgraciadamente, hoy por hoy, la mentira sirve a los mismos intereses, que no siempre son los mejores para el pueblo.

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