A vista de dron

24 oct 2025 / 08:24 H.
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El pasado 19 de octubre finalizó la Feria de Jaén, en honor del Condestable Lucas de Iranzo. Un espectáculo de trescientos drones iluminó el cielo de nuestra ciudad transformándolo en un lienzo de luz, color y movimiento en el cierre de los festejos. Trescientos drones sincronizados que ejecutaron una coreografía personalizada para Jaén. Tecnología avanzada combinan la robótica y la aeronáutica, e incorporan tecnología y sistemas de estabilización para mantener el vuelo controlado y estable. Como todo avance que se precie puede ser utilizado para servicios de emergencia, fotografía y videografías, inspección, seguridad y vigilancia, y también como arma de guerra mortífera y accesible a lugares imposibles en donde el hombre no puede poner la bota.

El bien y el mal. El uso al principio y al final depende del hombre, no de la máquina. Los hemos visto en directo actuando en la guerra de Ucrania y en la guerra-masacre de Gaza. Teledirigidos para el mal.

El eterno dilema de la utilización del átomo para la paz o para la guerra, llena de incertidumbre y de temor cualquier innovación tecnológica, por ello es imprescindible la necesidad de la cooperación entre los dirigentes políticos para encontrar vías de solución a las sinrazones desmedidas, a las ambiciones, al control económico y al poder desnudo. De ahí, que nos llene de esperanza cualquier acuerdo que posibilite la solución de los conflictos.

La firma del acuerdo de paz y alto el fuego en Palestina la pasada semana nos llenó de alegría. Dejar de ver día a día a una población bombardeada sin piedad ni tregua, ha sido una liberación de los corazones compungidos de todo el mundo. Ojalá no sea flor de un día y las partes en conflicto sean capaces de estar a la altura de las circunstancias.

Trump, orgulloso y satisfecho se ha apuntado un tanto muy importante. Ahora viene lo principal para los provocadores de las guerras: la Reconstrucción. Gaza es un territorio de oportunidades de un valor económico incalculables, destruida en un noventa por ciento, el negocio de la construcción comienza: aquí el solar, aquí la mano de obra barata. Millones de manos palestinas trabajarán en su reconstrucción con salarios que al menos les permitirá comer. Gaza resurgirá como un gran resort para ciudadanos (capitales) del mundo, y para la subsistencias de los gazatíes. Aquí paz y después gloria. Entre guerra y paz continúa el espectáculo. Capítulo aparte, para cuando se pueda digerir, queda el intercambio de cadáveres entre los terroristas Hamás y el ejército de Benjamin Netanyahu.

Ese no es el pueblo de Israel que Jesucristo quería. Estamos asistiendo al derribo del mito, que en nuestras conciencias había levantado el afán redentor por los sufrimientos inferidos al pueblo Israelí durante el Holocausto. Imagino que los actuales dirigentes de Israel tendrán muy difícil explicar a las generaciones venideras, que son un pueblo perseguido y que han sido elegidos por el Creador para cumplir sus designios en la Tierra.

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