2024

Esta fecha nos invita todos los años a corregir el sentido de nuestra vida. Pero lo cierto es que son pocos los que se paran a desvencijar los pechos y sacarles todos los errores repetidos durante tantos años. Pocos recapacitan y la gran mayoría nos conformamos con el cumplido de desear un Feliz y Próspero Año Nuevo al común de los mortales. En el fondo, pocas veces lo decimos con sinceridad y detrás del cumplido dejamos caer un rescoldo de mala gente. Y no es que lo seamos, es que sencillamente ocurre que nos fastidia que ese noble deseo nos lo digan solo una vez al año y de manera casi obligada. Sería más correcto que en día del cumpleaños de cada cual se nos dijera Feliz Año Nuevo, porque ese sí que es nuevo y no este que es un cántico repetido dos mil veces. Y si mil veces te lo dicen otras mil veces que lo tiene uno que decir, y eso ciertamente cansa. No estaría mal no dejarnos llevar de propagandas y engaños que persisten en su empeño de hacernos felices a su manera y no a la nuestra. Y tampoco estaría mal que nos obligáramos en mayor esfuerzo hacia aquellas personas que sabemos a ciencia cierta que somos parte de su devoción. Contando también con saber ser optimista nos caiga lo que nos caiga, y dejar los pesimismos alejados de nosotros para que no influyan en la felicidad de quienes nos rodean que son lo que importa. Y claro, que haya menos lágrimas y más lluvias.