Una feria de “puerta grande”

La ciudad vive unas intensas jornadas de feria y fiesta en honor a la Virgen del Alcázar

15 ago 2018 / 11:52 H.

Y llegó el momento. Ese en el que parece que los problemas se empequeñecen por unos días, se reaviva la oportunidad de rendir culto a la respetada y adorada patrona de Baeza, en el que los vecinos se echan a sus calles para llenarlas de buen ambiente y, por qué no, también el de pasear trajes y disfrutar de una comida entre amigos y familiares. Sí, llegó la Feria de Agosto, la dedica a la Virgen del Alcázar y uno de los momentos más esperados por todos los baezanos.

Porque puede que suene a tópico pero es verdad, todos desean que llegue la segunda semana de agosto puesto que la feria tiene actividades para todos. Tras unas primeras jornadas, el pasado fin de semana, en las que se pudo disfrutar del tradicional alumbrado, los gigantes y cabezudos, conciertos de música con grupos como la Memory Band así como jornadas para los más pequeños y divertidos paseos en tren para los más mayores, la semana también comenzó a lo grande.

El lunes fue el momento para el grupo rociero Oritigosa, que amenizó la feria de día. Por la noche, fue el momento para enfundarse el traje de flamenca y bailar sevillanas de la mano de los Ecos del Rocío, que actuaron en la Caseta Municipal, seguidos de la orquesta Blanco y Negro. Pero solo era el aperitivo de los dos días que quedaban por vivir. Ayer amaneció con un sol radiante que no frenó a los niños y sus familias a acudir al Teatro Montemar para disfrutar de una Rapunzel muy especial, amiga de los dioses. El relevo lo tomaron los más devotos que acudieron a la ofrenda floral en la que la Virgen recibió, además de flores, a muchos jinetes a lomos de su caballo que se deshicieron en elogios a la Santa Madre. La tarde se desarrolló entre mantillas y cuernos, ya que la gran apuesta taurina de esta edición tuvo que celebrarse este día debido a la lluvia que provocó su suspensión el pasado sábado.

Pero, sin duda, el día más especial será hoy. Cuando la misa y el concierto de la Banda de Música de Baeza hayan terminado y comience a caer el sol. Entonces, a eso de las nueve de la noche, la Virgen del Alcazar dejará su parroquia de San Andrés para bendecir a todos sus paisanos y cerrar así otro año más de feria e historia. Pero que nadie se despiste, entre acto y acto, vecinos y visitantes pueden acudir a la feria de día porque en Baeza el rebujito no viene solo, trae con él un pan anaranjado al que llaman ochío y que hasta que no se prueba no se ha estado en uno de los acontecimientos más bonitos y encantadores de La Loma.