La Virgen del Alcázar engalana Baeza y emociona a sus fieles
Los vecinos de la histórica ciudad jiennense honran a su patrona con la salida tradicional en el Día de la Asunción
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Baeza se volcó ayer con su patrona, la Virgen del Alcázar, en una procesión que comenzó puntualmente a las 20:30 horas desde la Parroquia de Santa María del Alcázar y San Andrés Apóstol. El repique de campanas anunció la salida del paso, engalanado con flores blancas y rodeado por el aroma a incienso que acompañó toda la tarde. La imagen recorrió Real de San Andrés en medio de un silencio sobrecogedor, roto solo por las marchas procesionales interpretadas por la banda municipal. En la plaza Amadeo Ruiz Olmos, los vecinos adornaron balcones y ventanas con colgaduras, mientras las velas iluminaban discretamente la escena.
El itinerario prosiguió por Rojo hasta la plaza Jesús Nazareno de la Caída, donde se vivieron momentos de gran devoción. La procesión continuó por la avenida de Andalucía, Julio Burell y Barreras, recibiendo constantes muestras de afecto. La llegada a la plaza de España se convirtió en uno de los puntos álgidos, con cientos de personas coreando vivas y entonando cánticos marianos. El cortejo atravesó después San Francisco, Cristo de la Humildad y la plaza de José León, para regresar finalmente a Real de San Andrés bajo un cielo estrellado. Pasadas las once de la noche, la patrona regresó a su templo, cerrando así una jornada marcada por la fe y la tradición de todos los vecinos.
“Llevo en esta hermandad casi 25 años, empecé cuando cumplí la mayoría de edad como horquillero, al igual mi abuelo. Es el día más grande”, expresó Rafael Cruz. Rafael Montiel fue hermano mayor desde 2013 y 2016, ahora lo vive de otra manera, “ pero siempre con amor”. “Desde pequeña siempre me ha gustado la Virgen del Alcázar, en Baeza tenemos mucha devoción por la patrona y es algo que se nota”, indicó Carmen Sánchez. Juana María Martínez vive en Ciudad Real, pero intenta venir todos los años para ver la procesión y disfrutar de las fiestas con toda la familia, “es algo muy bonito”. “Todos los años vengo a ver la procesión, y como vivo al lado también la visitó siempre que puedo, es una tradición que siguen mis hijos”, manifestó Catalina Contreras.
