El penúltimo agravio

    14 jul 2019 / 11:02 H.

    El corte de mangas que se le ha infringido a Jaén tras la inauguración del tramo de alta velocidad entre Antequera y Granada ha sido la penúltima gota que inunda de agravios a toda una provincia. Y no será la última. Para los políticos, somos un tubo de ensayo en el que experimentar para comprobar que, después de hacerlo mal, quedan posibilidades de hacerlo peor. El tren es un juego de laboratorio, pero que nadie olvide que se añade a los muchos y dudosos honores de ser los que van detrás de los últimos. Dejen de promover voluntariosas marchas que nos darán unos segundos de gloria televisiva y metan mano de verdad al asunto. Sugiero una amplia sala de reuniones a la que asistan diputados, senadores, parlamentarios, diputados y, si se quiere, miembros de plataformas vecinales. Dejen en el paragüero de la entrada el carnet de sus partidos envueltos en el “y tú más” y no salgan de allí hasta que se elabore una estrategia común que dé soluciones a tantas inacciones. Os lo pide con humilde energía el heredero de un ingeniero de origen francés, Emilio Moulet, que prendado de esta tierra plantó el último rail en Martos y allí vio crecer a su estirpe.