De extranjis, ¿no?

Pues lo del rey emérito es un poco de imbéciles, ¿no? Quiero decir, que ya está, que no es algo que sorprenda a nadie después de considerar el currículum de la monarquía en el pasado. Yo qué sé, que llegue un tipo poderoso, de esos que nacieron en la cresta de la ola, y se aproveche de sus contactos y de su situación para sacar tajada. Son cosas que pasan, ¿no? No estoy diciendo que todos lo hagan, pero sí que cuanto más arriba se está, más riesgo existe de que aparezca el vértigo, la codicia, llámenlo como quieran. O sea, a quien le ingresan todos los meses mil euros en el banco y gracias no va a desfalcar ni a malversar ni nada de eso; pero que si a ese mismo le pones la corona en la cabeza y le das el poder de influir y conceder contratos y comisiones y esto y lo otro a lo mejor la perspectiva cambia. Puede que algún jeque agradecido le regale un par de ferraris de extranjis y todo ese rollo, ¿no? Es algo muy español y, a la vez, una cuestión de currículum. Díganme que no lo han visto antes. ¿También les va a sorprender que se vaya a liar parda con la vuelta al cole? Pues mírenle los currículums a Sánchez, a Celaá. A Imbroda. Yo qué sé, es como si pensaran en mí para ser rey de España. Que no, oigan, que hay que nacer borbón para eso. ¿O no?