Cuarto milenium

    08 ene 2017 / 11:30 H.

    Este programa televisivo es considerado dentro del género de misterio, con una variada tipología temática, que no siempre ha sido bien vista por algún sector de la población por misteriosa, esotérica y desconocida. Han sido muchos los programas que han tratado de conspiraciones, ocultismo, criminología, astronomía, ufología, psicología, parapsicología, demonología, arqueología, historia, zoología. Los temas referidos a las ciencias clásicas o a problemas actúales han sido los mínimos si no contenían algún aspecto referido a las ciencias mencionadas. Por ello cuando durante el mes de octubre pasado dedicaron un programa a la problemática actual que discuten padres y educadores sobre si los escolares deben realizar tareas en casa, quedé sorprendido e interesado. Antiguamente la cultura se reservaba para unos pocos: aristócratas, religiosos y artistas. Fue durante el Siglo XVIII (el llamado siglo de las “luces”) cuando algunos monarcas como Carlos III fueron conscientes de la necesidad de contar con personas con cierto grado de cultura limitando sus saberes para que fueran útiles a los Monarcas y no plantearan muchos problemas. En el siglo XX con la aparición y desarrollo de la Pedagogía los nuevos teóricos no cuestionaron el fondo de la Educación sino la forma y se dividieron en constructivistas y conductistas preconizando una enseñanza activa sin atender a planteamientos más profundos como era el tipo de sociedad y el de ciudadano que se pretendía. A mi juicio, habría que plantearse qué sociedad queremos, que persona vamos a formar e intentar que las instituciones que se crearan tuvieran como valores a desarrollar la libertad, igualdad y solidaridad. El individuo a formar sería un ciudadano respetuoso con ellos por medio de un criticismo continuo y de disposición a la acción cuando se pusiera en peligro el nuevo tipo de sociedad. También debería dominar la informática para obtener todas las posibilidades que ofrece sustituyéndose gran parte de los conocimientos de las ciencias por el desarrollo de la habilidad para acceder a Internet. Todas las materias serían válidas pero, su grado de exigencia, estaría en función de su futura especialización (o titulación) sin olvidar nunca que es en la unidad familiar donde los niños y niñas deben de ser formados y desde donde se hace el seguimiento del grado de madurez, actitud y aptitudes, y que los colegios son necesarios para la buena educación. Las tareas, pues, tan sólo se encaminarían a cubrir las insuficiencias del aprendizaje sin dejar de olvidar lo positivo del esfuerzo personal como causa decisiva.