La alternancia en el tiempo agudiza la alergia al ciprés

Especialistas indican que los catarros agravan los síntomas del polen

10 mar 2016 / 09:20 H.

Los continuos cambios meteorológicos están causando que el catarro común se una a la alergia al ciprés, normal en esta época, según indica el alergólogo Manuel Alcántara. “La alternancia en el tiempo puede provocar que los alérgicos sumen su alergia al catarro y que algunos reaccionen con mayor gravedad”, afirma el experto. Es decir, el alérgico con síntomas por el ciprés, cuyos bronquios están sensibles, cuando coge un catarro por el frío, se pone bastante peor.

Sin embargo, en ocasiones, los pacientes confunden los síntomas de un resfriado con los de la alergia y mezclan si el moqueo es un efecto producido por el polen o por el frío. El profesional destaca que la diferencia entre ambos males está en la duración. “Si es una alergia, el afectado comenzó con los síntomas hace más de tres semanas, de manera que cuando se va la lluvia vuelve a ponerse malo otra vez; mientras, si se trata de un catarro, los síntomas solo duran una semana”, explica el alergólogo.

En cuanto al tratamiento que deben de tomar los pacientes, Manuel Alcántara destaca que hay que seguir el de la alergia. En cualquier caso, si se agudiza más debido a los efectos de un catarro, es el profesional quien debe de subir la dosis por si el tratamiento habitual se queda corto.

Por otra parte, Alcántara indica que, ante la escasez de lluvias en los meses de invierno, se pensaba que las alergias se adelantarían; no en vano, los expertos han refutado tal hipótesis. “Cuando llovió, los síntomas de alergia se calmaron un poco porque la lluvia ayuda siempre, pero al salir el sol volvimos a ver a la gente alérgica al ciprés con sus efectos. Luego vimos que, por ese tiempo tan bueno que tuvimos en el mes de diciembre parecía que se iba a adelantar la alergia porque tampoco llovió. Después, cuando volvieron las precipitaciones, provocó que el polen abriera en la época típica, que en el caso del ciprés es de mediados de febrero a marzo”, explica Manuel Alcántara.

En este sentido, el alergólogo recuerda que el polen de este árbol puede comenzar a ocasionar síntomas en las personas desde octubre. “Desde entonces y hasta enero es muy flojo. Luego, a mediados de febrero, suben los niveles”. Asimismo, considera que la gramínea y el olivo germinarán en sus plazos. “No creo que se adelanten a pesar del buen tiempo, porque no hubo lluvia antes, algo que necesitan los árboles para que salga la flor, por eso no van tan avanzados como pensábamos”.