Inquietud entre los peluqueros

El sector alerta del aumento de intrusismo durante el estado de alarma

22 abr 2020 / 12:02 H.
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Nada de querer verse guapo. Tras cerca de cuarenta días de confinamiento aún hay quienes dudan sobre algunos de los servicios de los que se puede disfrutar estas semanas. Uno de los que mayor confusión genera es el gremio de las peluquerías. Para aquellos a los que las canas les hayan aflorado de su melena o tengan el pelo muy rebele, y esto incluye también a las autoridades, deben saber que aún tienen que aguantar un poco más, pues esta es la única razón para poder solicitar el servicio: el Gobierno decidió el cierre de las peluquerías, pero permite que este servicio se pueda prestar a las personas mayores o con movilidad reducida en sus domicilios, por cuestiones de higiene.

De esta forma, al igual que otros sectores, la mayoría han optado por aplicar un ERTE hasta que pueden volver a reabrir sus negocios. Se trata de una industria muy afectada, pues la crisis podría provocar la desaparición del 42,4% de las peluquerías en España, lo que podría suponer el cierre de más de 20.000 establecimientos en el territorio nacional, según el informe realizado por la Alianza de Empresarios de Peluquería de España. En concreto, el sector estima unas pérdidas de 1.280 millones de euros este año, lo que supone el 44,4% de la facturación. Respecto al empleo, el 68,4% de las empresas ha gestionado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), el 17,6% de las micropymes destruirán empleo y apenas el 13,8% mantendrá la plantilla este año.

A ello, habría que añadir otro problema más, el intrusismo del que siempre han sido víctimas y que en estas semanas se ha disparado. “Estamos indignados porque hemos detectado actuaciones ilícitas por parte de algunos peluqueros mientras muchos tienen que seguir pagando sus facturas sin tener ningún tipo de ingresos”, describe Enrique García, presidente de la Asociación de peluquerías de Jaén. Se refiere a aquellos que acuden a los domicilios para prestar servicios que no están contemplados por el estado de alarma o que no están dados de alta.

Mientras tanto, el sector espera paciente volver a subir las persianas con el objetivo de sobrevivir a una crisis que los ha golpeado bien fuerte. “La prioridad es saber cuándo vamos a volver a trabajar y en qué condiciones”, añade el presidente. Ya habrá tiempo para el resto de reivindicaciones que pasan por este intrusismo, además del IVA. “Nosotros éramos un gremio que tenía este impuesto reducido y se nos elevó al 13 por ciento, desde entonces se nos ha prometido muchas veces la reducción, pero no llega, y está haciendo mucho daño al sector”, sentencia García.

Jaén