Ensalada de alcauciles

07 may 2016 / 20:39 H.

AhorLa alcachofa o alcaucil (Cynara scolymus) es una de las verduras más apreciadas por sus propiedades nutricionales y por su valor en la gastronomía tradicional. Ayuda a cuidar el hígado y los riñones, y es un aliado para adelgazar y depurar el organismo, contienen minerales (calcio, hierro, potasio, fósforo y magnesio) y vitaminas, mejoran las hemorroides, son ricas en fibra, tienen acción antiinflamatoria,... Su consumo está especialmente recomendado para personas con gota o ácido único alto, artritis, estreñimiento, diabetes o tensión arterial alta. Podría ser originaria de la costa mediterránea, quizás de Sicilia, Egipto o las Islas Canarias. En la Edad Media era conocida por griegos y romanos, quienes le otorgaban poderes afrodisíacos. Por ser un alimento sumamente caro, sólo tenían acceso aquellas personas con gran poder adquisitivo. Los colonos españoles y franceses en América, la introdujeron en este continente, donde llegó a ser una plaga, concretamente en California y Luisiana.

Elaboración

INGREDIENTES.

1 kilo de alcauciles, 1 cabeza de ajos, aceite de oliva virgen extra (AOVE), sal, vinagre, agua.

RELLENO Y DECORACIÓN.

Existe una gran controversia en torno al nombre de este alimento. En casa de mis abuelos siempre hemos tenido claro que el alcaucil o arcanciles son alcachofas silvestres, que buscábamos en los parones o lindes de los caminos, cuya recolección era más cuidadosa al tener las puntas repletas de pinchos. Era toda una odisea, ver quién cogía más ejemplares sin pincharse demasiado.

En primer lugar, en la mesa dar un par de golpecitos al alcaucil con las puntas hacia abajo. Así lograrás que caiga si tienen algún bichito. Quitar las primeras hojas para que no amargue y dejar en un recipiente con agua, a la cual le hemos añadido un limón estrujado, para que no se oxide ni se pongan negros.

Colocar en una cacerola y cubrir bien con agua. Poner a calentar.

En una sartén, freír los ajos pelados y cortados en rodajas. Añadir los ajos con el aceite a la cacerola. Añadir sal al gusto. Hervir.

El tiempo de cocción dependerá del alcaucil y de nuestro fuego. Pasados unos 20 minutos, coger uno y quitar una hoja. Si ésta se suelta fácilmente, estará listo. Rociar con un buen chorreón de vinagre.

Se toma como postre, frío o caliente. Pero también va genial como tapa con una cerveza bien fría.