Ritmos latinos con Charanda y el Septeto Santiaguero

Las agrupaciones musicales actúan en el ciclo Noches de Palacio e inundan de alegría, boleros y baile los Baños Árabes

05 jul 2025 / 09:59 H.
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Hay personas que llevan el ritmo, la música y la gracia en la masa de la sangre, parafraseando al mítico Antonio Gala. Una gracia que se expresa a través de múltiples instrumentos y de letras de canciones que han llevado a la música hispanoamericana a lo más alto del panorama mundial. Boleros cargados de sentimiento, romanticismo y alegría que han conmovido a cada continente, convirtiéndose en ocasiones en auténticos himnos. La noche jiennense tuvo anoche la suerte de disfrutar, durante unas pocas horas, de algunas de estas canciones gracias a las actuaciones de dos grupos memorables: Charanda y el Septeto Santiaguero.

Charanda, con casi dos décadas de trayectoria, consiguió consolidarse como uno de los proyectos más singulares del panorama musical andaluz,. Nacido en 2007 como un grupo de amigos con vocación artística, el conjunto ha sabido combinar la pasión por el bolero con la disciplina y la excelencia técnica, elaborando un repertorio que abarca desde sones cubanos hasta valses, rancheras y zambas. Su directo fue anoche una auténtica celebración de la música hispanoamericana, cargada de emoción, memoria y conexión con el público. Durante su actuación, los asistentes pudieron escuchar temas de artistas tan relevantes como Armando Manzanero, o el mítico El Vagabundo de Los Panchos, pasando por Me Muero, de La Quinta Estación, o De qué hallada manera, de Pablo Milanés. También hubo un homenaje al genio linarense Raphael por su reciente retorno a los escenarios.

A esas alturas de la noche, la mayor parte del público más joven ya se había levantado de sus asientos para bailar en pareja, la luna brillaba asomada sobre las cuatro fachadas del patio interior del emblemático edificio de los Baños Árabes y todo había adquirido un ambiente de auténtica fiesta latina, solo interrumpido por un breve descanso de quince minutos. La barra de bebidas mantuvo entretenida a la multitud, tornando en cada vez más distendida la noche. Esos quince minutos de pausa no eran más que el preludio de un auténtico espectáculo. Directamente venidos de Santiago de Cuba, los componentes del Septeto Santiaguero subieron al escenario con la misma gracia con la que suelen tocar sus instrumentos. Esta formación cubana llegaba a Jaén por primera vez y con dos Grammy Latinos a sus espaldas, casi nada. En su entrevista previa al concierto, los integrantes de Charanda afirmaron que su intención era la de “transmitir alegría” y “recordarle al público que, pase lo que pase, hay que ser felices, porque la música tiene ese poder”. Casi pareció una premonición. La música ejerció anoche ese poder en los Baños Árabes, y se inundó de baile y de felicidad.

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