Llegó el día de hacer historia

Que el grito verde resuene en todo el país. Con este claro objetivo las carreteras de la provincia se llenarán hoy de agricultores, grupos políticos y representantes de colectivos y empresas que quieren un futuro para su tierra y que este pasa por defender su oro líquido, ese que sirve de despensa de medio mundo. Las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA, Cooperativas Agro-alimentarias e Infaoliva han llamado a la participación durante días recibiendo una amplia respuesta de la sociedad jiennense, por lo que se espera que sea una movilización masiva que marque la historia de la provincia, pues es mucho lo que está en juego. De hecho, desde hace días el territorio está repleto de lazos verdes en muchos de sus rincones como señal de que la unión de todos será la única vía para poder alcanzar las metas propuestas. Así, las empresas asociadas a ANEO del sector orujero, múltiples ayuntamientos, las cooperativas Oleícola Baeza, El Alcázar, San Felipe y Nuestra Señora de Lorite de Lupión o las instalaciones de los Consejos Reguladores de las Denominaciones de Origen de Sierra de Segura, Sierra Mágina y Sierra de Cazorla, que permanecerán cerradas, se suman a las reivindicaciones.

Los participantes, convocados a las diez y media de la mañana, marcharán, montados exclusivamente en coches y tractores, rumbo a cada uno de los cuatro puntos que pretenden cortarse media hora más tarde y hasta las una. Estas son: el kilómetro 327 de la A-4 (autovía que une la ciudad de Madrid con la de Sevilla) a la altura de Andújar; en el kilómetro 77 de la A-44 (Bailén-Motril) en Puerto Carretero; en el kilómetro 31 de la A-32 a la altura de Úbeda, y, por último, en el kilómetro 66 de la A-316, en Torredelcampo. Esto son los puntos que se han autorizado por parte de la Subdelegación de Gobierno, por lo que desde las organizaciones “se pide respeto, ya que no se responsabilizan de lo que se desarrolle en cualquier otro lugar”.

Estos cuatro lugares se llenarán de lazos y gritos como señal de que hay que actuar sin demora. Para ello, se espera que se lea un manifiesto con las principales exigencias que han llevado a promover esta movilización y de la que se espera que sea la primera de muchas más, que pasa también por las negociaciones de la PAC. Entre otras cosas, el sector olivarero pone el principal foco en los bajos precios del aceite que hacen inviable que se mantengan para lo que piden una revisión completa de almacenamiento privado con el fin de poder alcanzar esos precios dignos. Al mismo tiempo, se ponen de frente contra los aranceles de Trump, principal mercado del aceite fuera de la Unión Europea. También quieren una autorregulación del mercado; acabar con la venta a pérdidas; una apuesta decidida por el relevo generacional; medidas de apoyo para las zonas con mayores dificultades; apuesta por la comercialización y la promoción del consumo, o que se asegura la pureza del aceite, entre otros. Todo ello servirá para insuflar vida a una agricultura que de otro modo no podrá subsistir, al igual que tampoco los pueblos de la provincia, tan dependientes del tesoro verde y cuyo futuro pasa por asentar la población para lo que los millones de olivos son fundamentales.

Así, son muchas las necesidades y los retos a conquistar, por lo que desde las organizaciones quieren que el problema del olivar se convierta en una “cuestión de Estado” y se lleve hasta Bruselas. “Queremos que el presidente, Pedro Sánchez, negocie en Europa, ya que no estamos pidiendo dinero, sino una serie de mejoras perfectamente asumibles”, consideran todos los colectivos. Con este espíritu nace una iniciativa que también se ha realizado en otros puntos de la geografía española y que en Jaén espera marcar un hito y el comienzo de un nuevo camino que haga justicia al aceite y sus múltiples propiedades.