barrio y las Cruces de Mayo

Debido a la alarma, las asociaciones creen que habrá que cancelarlas

04 abr 2020 / 12:11 H.

Complicada primavera. Cuando el sol sale para alumbrar el mes de mayo, la capital se engalana para vivir una de sus fiestas más originales, las Cruces de Mayo. Los vecinos se colocan alrededor de las cerca de treinta cruces que adornan plazas y edificios de toda la ciudad. Los bares y terrazas se preparan para albergar intensas jornadas de trabajo y la alegría se apodera de los jiennenses. Los encargados de organizar estas fiestas son asociaciones de vecinos, juveniles y deportivas, cofradías, centro de mayores, colegios y parroquias, entre otros. Tampoco hay que olvidar a la “cantera cofrade”, protagonistas indiscutibles en las Cruces de Mayo. Durante las mini procesiones se puede ver a pequeñas vestidas de mantilla, niños de Guardia Civil o, incluso, aprendices de curas, junto a las agrupaciones musicales, acompañando a los pasos para dejar estampas irrepetibles.

Esta cita se repite en la ciudad desde hace años, al menos hasta esta edición. Las Cruces de Mayo de Jaén corren un “gran peligro”, no por falta de ganas, sino por la crisis desatada por la pandemia de Covid-19, unido a la posibilidad de que el Gobierno alargue el estado de alarma durante quince días más, a finales de mes, muchas asociaciones de vecinos han decidido cancelarlas. “Ante la imposibilidad de organizar las Cruces de Mayo se ha decidido suspenderlas, aunque estamos a la espera de las decisiones que se tomen desde el Ayuntamiento de Jaén”, manifiesta Pepi Alcántara, presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos Objetivos Comunes, OCO.

Por su parte, la Administración local se muestra prudente y prefiere esperar las indicaciones del Gobierno central para tomar una decisión definitiva. “No hay nada establecido por el momento, se trata de una fiesta que organiza el Ayuntamiento con colectivos de diversa índole por lo que estamos pendientes de las indicaciones del mando único del Ejecutivo y de lo que nos trasladen las distintas asociaciones”, declaran fuentes municipales. De la misma manera, desde el Ayuntamiento aseguran que se respetará las decisiones que se tomen tanto de una parte como de la otra.

En una situación similar se encuentras las propias fiestas de los barrios, que comienzan a mediados de mayo. La primera de ellas corresponde a la festividad del Cristo del Arroz, de la zona de la Glorieta y que se celebra en la segunda semana del próximo mes. “No sabemos si se podrán desarrollar pues la fecha está muy próxima y la situación sigue siendo complicada”, dice Alcántara. Del mismo modo, si finalmente se apuesta por levantar el confinamiento de una forma progresiva, también correrían peligro las fiestas que se celebran durante el mes de junio, correspondientes a Cauce, Europa, Torre del Concejo, Peñamefécit, pues desde las asociaciones “no creen que se permita tan pronto las concentraciones un gran número de personas”. Es por ello que, aunque se muestren optimistas, prefieren barajar la opción de que será un año atípico y, al menos algunos barrios, no podrán festejar en sus calles.