Ángeles de la guarda de rojo

Cruz Roja lleva a cabo el mayor proyecto de su historia por el covid-19

15 abr 2020 / 11:04 H.

Compañeros en el camino. Por todos es conocida la importante labor que desarrolla Cruz Roja en cada rincón de la provincia, siempre al lado de quienes más lo necesitan, allanando el trayecto vital de los jiennenses. Sin embargo, en muy pocas ocasiones se reflexiona acerca de los cientos de voluntarios y técnicos que se cuelgan el chaleco rojo para hacer la vida de los demás un poco más sencilla. Personas a las que no se les pone rostro, pero que son los artífices de que llegue el alimento correctamente a muchas familias, que escuchan, aconsejan y acompañan a través de los diferentes proyectos de la organización. Con motivo de la declaración del estado de alarma debido a la pandemia por el covid-19, han reorganizado y reforzado esfuerzos para poner en marcha el proyecto Cruz Roja Responde, la mayor apuesta económica y personal de toda la historia de Cruz Roja con el objetivo de dar respuesta a toda la ciudadanía, independientemente de ser o no usuario, para que el parón de estas semanas no se convierta en un auténtico calvario para muchas familias.

A través de esta iniciativa, los jiennenses pueden demandar alimentos, productos sanitarios, asesoramiento laboral o psicológico, entre otros, para lo que tienen que llamar al teléfono 953251540. “Aquí es donde comienza todo un arduo proceso que tiene como objetivo ayudar”, resume Víctor Conde, responsable provincial del programa de mayores y uno de los ángel de la guarda que vela por el bienestar de los vecinos de la provincia. Al otro lado de la línea se encuentran voluntarios del Centro de Operaciones Provincial que se encargan de atender todas las demandas telefónicas y online en el ámbito provincial que está coordinado por Francisco Molina. Estos voluntarios realizan una valoración general y envían la demanda a otro departamento. Un conjunto de trabajadores recibe la información y se analiza con detenimiento para comprobar las opciones existentes y el tipo ayuda que le correspondería a ese usuario. Una vez que se aprueba, se devuelve la información al Centro de Operaciones Provincial y los voluntarios realizan la entrega de tarjetas con la cantidad específica para que sean los propios demandantes los que adquieran los alimentos. “Hasta ahora no nos encargábamos de repartir las tarjetas, es algo que hemos incorporado”, explica Conde.

Detrás de esas ayudas hay historias muy duras a las que se enfrentan a diario y que les marcan, pues no hay que olvidar que los compañeros que forman parte de Cruz Roja, además de exponerse diariamente, tratan con aquellos a los que la pandemia los está azotando especialmente y eso, para aquellos que se caracterizan por su bondad, no es nada sencillo. Es el caso de la joven Sarai Bausan, que se encarga de llamar a personas mayores para realizar un acompañamiento, pues llevan semanas solos y encerrados en casa, una situación delicada, que en ocasiones se deriva al equipo de psicólogos que realizan un tratamiento telefónico. “Lo que más nos comunican es que se sienten solos y que deseen que vuela la normalidad lo antes posible”, describe Bausan. Al mismo tiempo, no solo reciben demandas, sino que otro equipo se encarga de realizar llamadas en lo que se denomina Centro de Contacto. “Llamamos a personas de toda la provincia, más de 20.000 mil, que han sido usuarios nuestros en otros programas para informarles sobre el covid-19, prevención y consejos”, relata el coordinador.

El último eslabón está compuesto por otro grupo de voluntarios que se encargan de asistir a los ciudadanos que no pueden salir por diversos motivos, por lo que se desplazan hasta sus domicilios. “Hemos montado otro dispositivo para poder llegar a los hogares de los jiennenses”, apunta Conde. Por un lado de lotes específicos durante estas semanas y, por otro, se ha adaptado el proyecto FEAD que organiza Juani García, técnico provincial de este proyecto de la Unión Europea que ahora se reparte a domicilio y que normalmente se hacía de forma presencial. A estos paquetes de comida hay que añadir otros artículos de empresas que se han hecho donaciones como patatas Santo Reino. Asimismo, desde el área de Juventud también se han reorganizado para adaptar el programa Éxito Escolar para familias desfavorecidas que no tienen acceso a meriendas saludables y que ahora se reparten a domicilio junto a material escolar. El equipo de voluntarios acude a los hogares para sembrar la esperanza en los receptores, esa que anima a seguir luchando unos cuantos días más gracias a otro equipo de héroes que no conocen y cuyo emblema es el rojo de pasión por lo que hacen. Mientras, cuando se cierra la puerta y los voluntarios comienzan a desinfectar la sensación es la del trabajo bien hecho de un equipo de más de cien personas, el objetivo se ha conseguido.