Un orgullo para su tierra
La joven y soñadora Alba Jiménez Galindo nació en Jamilena, raíces que tiene muy presentes en el lugar donde actualmente reside, un pequeño territorio de Italia donde cursará su tercer año del grado de Administración
La vida está hecha para los valientes. Una frase que puede sonar a tópico hasta que conoces a personas como Alba Jiménez Galindo, una joven de 23 años a la que le encanta viajar y conocer mundo, por lo que no dudó en salir a explorarlo con una maleta repleta de metas e ilusión. Nació en Jamilena, entre bellos campos verdes y es allí donde adquirió los valores que hoy la han hecho convertirse en una luchadora, por lo que confiesa: “Me daba pena dejarme en España personas, trabajo... pero me paré a pensar y decidí hacerlo”. Llegó sola hasta Arcavacata, una pedanía de Cosenza, en Italia, y con un objetivo bien marcado, hacer su tercer año de carrera, lo cual la mantendrá en el país durante el curso escolar. Desde que llegó, hace apenas unas semanas, se ha quedado prendada de las virtudes de la tierra vecina por lo que no descarta regresar con el paso del tiempo. Una de las razones más importante, es la cantidad de españoles a los que ha conocido desde que se instalara, con los que ha conformado “una gran familia”.
Su actitud positiva ha provocado que, a pesar de las dificultades de los primeros días, este dispuesta a dejar su nombre y el de su tierra en los más alto, antes de regresar a la Universidad de Jaén, donde además de estudiar Administración y Dirección de Empresas, trabaja como monitora en un gimnasio. “El proceso de adaptación lo definiría como difícil, pero si ahora volviese a los primeros días pararía el reloj durante un tiempo. Cuando llegué, pensé: ¿dónde me he metido?, solo veía los aspectos negativos, ya que nunca había vivido fuera de mi casa, algo que tan solo me duró un par de días”, asegura la joven. Jiménez se ha tenido que adaptar a nuevos horarios a la hora de salir y en las comidas puesto que allí el sol se va un poco antes y, según afirma, “los italianos dicen siempre que los españoles hacemos las cosas muy tarde”.
Sobre su vida en el país confiesa que, al vivir en el campo, se encuentra a unos cuarenta y cinco minutos de la ciudad, por lo que ello le dificulta un poco a la hora de ir de compras, coger el transporte público, salir a cenar y demás. Sin embargo, también tiene su lado positivo, pues está rodeada de naturaleza, lo que supone un retiro espiritual constante y esto, para alguien que dio sus primeros pasos en la tierra del verde olivar, es algo más que necesario. En el caso de su tierra también lo tiene claro, “echa de menos su hogar, y aunque no descarta residir en otros países para conocer nuevas culturas, lenguajes y personas, esta contando los días para que llegue Navidad y estar con los suyos”. “Extraño mucho a mi familia, mis amigos, mis alumnas, toda la gente que me rodea en Jaén, y la verdad es que también estoy deseando tomar un buen desayuno, aceitunas y pipas”, confiesa, esta joven dispuesta a triunfar sin olvidar nunca sus raíces.
Centrada en el que será su hogar hasta el próximo año, ya ha protagonizado alguna que otra anécdota. “No nos llevamos muy bien con los autobuses y nos hemos quedado un par de veces tirados en la carretera, otra situación curiosa es que, cada miércoles, el dueño de un restaurante nos pone música en la puerta del local a partir de las dos de la mañana solo para que los españoles bailemos”, relata. Por estas historias y por todas las que le quedan por vivir y que marcan la vida, Alba Jiménez recomienda la experiencia a otros jóvenes que se encuentren en una situación similar a la suya, pues asegura “es una vivencia única y al final es fácil familiarizarse con las costumbres del lugar en el que resides”. Mientras tanto, desde Jaén, sus paisanos y la provincia al completo se puede sentir orgullosa de contar, entre sus habitantes, con jóvenes luchadores dispuestos a cumplir sus sueños.
Cambiar de país conlleva tener que adaptarse a nuevas costumbres que nunca antes se hubieran imaginado. Para Alba Jiménez, una de las más llamativas está relacionada con la universidad. “Al llegar aquí, lo que más me llamó la atención fue que la universidad no cierra sus puertas por la noche, puedes entrar a cualquier clase en cualquier momento”, confiesa esta joven. Tirando de tópico, otra de las vivencias más originales que ha experimentado desde que llegara a tierras italianas tiene mucho que ver con eso de pasarlo bien. “Todos los jueves hay una fiesta llamada “Filorosso”, con diversidad de gente y música, la cual se celebra dentro de la universidad, en la facultad de Farmacia”, relata. Pequeños ejemplos de todo lo que esta estudiantes está viviendo en su estancia en el municipio, siempre sin perder de vista su principal objetivo, su tercer curso académico.
“No hay nada como abrirte al mundo y a otras personas, siempre te acaban aportando cosas que necesitas”, afirma Alba Jiménez para describir la nueva etapa a la que se enfrenta lejos de su querido Jaén. “Estoy muy contenta de poder estar viviendo esta experiencia con personas tan maravillosas, que viniendo de la nada ahora forman parte de mí”, añade para reflejar lo afortunada que se siente de haber encontrado personas tan valiosas y que la han ayudado tanto es este corto camino. Es la magia de partir lejos de casa, que en el camino se sortean muchas piedras, pero también se añaden a la mochila nuevas personas que te marcan para siempre y que se convierten en elementos imprescindibles para quien un día dejó su casa en busca de sus sueños. Tal y como sentencia Jiménez: “Qué bonito es crear, dar y recibir”.
La Universidad de Jaén (UJA) se mantiene entre las cinco primeras españolas en cuanto a financiación y número de movilidades en el programa KA107 de Erasmus+ con países asociados —de fuera de la Unión Europea—, al alcanzar en la edición de 2019 un total de 1.119.000 euros. La convocatoria Acción Clave 107 (Key Action 107) es una convocatoria de proyectos de formación internacional
a la que han concurrido en esta ocasión 104 instituciones de educación superior, fundamentalmente
universidades tanto públicas como privadas. La financiación obtenida por la UJA en la edición de 2019, 1.119.000 euros, financiará un total de 277 movilidades hasta julio de 2021, lo que supone el cinco por ciento del presupuesto que la UE destina a España. La financiación recibida está destinada fundamentalmente a la financiación de 277 becas; el 80 por ciento de las movilidades concedidas se corresponden con movilidades entrantes, es decir, desde países asociados a la Universidad de Jaén.
Dejar el hogar para adentrarse en una aventura que marcará tu vida, no debe ser nada fácil. Eso sí, cuando en el camino aparecen compañeros como Marisol, Francis y Lucía, todo es más sencillo. Alba, junto con sus compañeros de piso, han conformado una gran familia que seguro llegará lejos.
En la imagen que acompaña a este texto aparecen Alba, Tatiana y Lucía, en una jornada en Sant Elmo. Las tres posan para una fotografía con una gran sonrisa, esa que denota que están cumpliendo un sueño y que están dispuestas a seguir sumando metas en Italia o allí donde les lleve la vida.
Messina es una ciudad portuaria al noreste de Sicilia que está separada de la Italia continental por el estrecho del mismo nombre. Hasta allí viajó la de Jamilena junto a dos de sus grandes compañeros en esta aventura, Francis y Marisol. Una forma de aprovechar el tiempo libre y sumar momentos.
Otra de las escapadas que protagonizó Alba Jiménez junto con sus compañeras y amigas fue a Nápoles, donde por sus caras parece que terminaron de lo más contentas. Todo ello en poco más de un mes, pero serán muchas más las aventuras que les esperan en un año que promete ser inolvidable.