Relatos que llegan al alma

C hilanco Elías, con sus más de 200 publicaciones, es un espacio que guarda la historia de una provincia, la de sus gentes y algunas de sus particularidades más curiosas. De entre todos los documentos que Miguel Mesa ha recopilado y agrupado en el blog destaca tres, aunque le cueste escoger, pues de todos guarda un especial recuerdo. Uno de ellos es al que denomina “Triste historia de una fuente barroca que hubo en Jaén”. En este relato recuerda una fuente que él mismo remodeló tras un largo período de “abandono”. Se trata la fuente que estuvo ubicada en la antigua plaza de Coca de la Piñera, que por la ley de la Memoria Histórica actualmente se llama Plaza de la Libertad, y para los jiennenses, la de la Estación de Autobuses. El proyecto de remodelación fue de Francisco Ariza Aranda, Perito e Ingeniero Técnico Municipal, que por aquel tiempo era el Jefe de los Servicios Técnicos Municipales.

Para conocer la segunda de las vivencias que destaca Mesa, hay que viajar de la capital del Santo Reino hasta la aldea de La Matea, en Santiago Pontones. Bajo el título “La historia del Cristo José el Lanero”, recoge una bonita narración repleta de sorpresas. “Me preguntaron si conocía la existencia de una imagen de un Cristo crucificado que había visto en Pontones en una zona aledaña al alojamiento rural llamado Refugio del Segura, en concreto en el Pontón Bajo. Me quedé sorprendido pues no tenía noticia alguna del Cristo, me puse a investigar y me contaron que en el Pontón Bajo existió una fábrica de lanas a orillas del río Segura a su paso por Pontones, cuyo propietario fue un tal José Bellver, conocido como El Lanero, quien hizo el Cristo”, describe. La fábrica cerró y el edificio quedó en desuso hasta que unos inversores de Córdoba compraron el inmueble y construyeron en el mismo lugar un complejo rural. Al demoler la antigua fábrica, apareció la imagen del Cristo en una esquina bajo una cubierta metálica y fue recuperado por los nuevos dueños. Una vez finalizada las obras, construyeron en una alameda arbolada cercana al complejo a la orilla del río Segura donde ubicaron al Cristo de José “El Lanero” para su veneración. Así comienza un viaje por varios lugares y que está dividido en tres apartados, convirtiéndose en una de las visitas imprescindibles dentro de Chilanco Elías.

Por último, otras de las paradas obligatorias es la denominada “Hito de Ingeniería Civil del Ferrocarril en Mágina”, crónica que describir los detalles de la construcción del puente de FFCC sobre el arroyo Salado.